El 60% de la región núcleo recibió lluvias durante los días 27 y 28 de febrero. Las lluvias fueron muy variables — 10 a 110 mm— y alcanzaron las áreas que mejor venían provistas de humedad, tal como se muestra en la imagen de agua faltante para soja de primera al jueves pasado.
Canals registró el máximo acumulado: 110 mm. En Guatimozín se acumularon casi 70 mm. Se comenta de una feroz tormenta que dejó 150 mm en Monte Maíz pero acompañada con mucho granizo y con daños que aún no son posibles de estimar. De todas maneras, la oferta de agua ha sido muy importante para el centro y el sur de Córdoba con acumulados que en general han superado los 15 mm. Le sigue el sur de Santa Fe, dónde se destacan los valores de Rufino y Bigand de casi 40 mm. El agua también alcanzó a llegar a parte del castigado NO bonaerense: desde General Pinto hasta Colón las lluvias estuvieron en torno de los 15 mm. La franja este de Santa Fe lamentablemente quedo sin recibir agua. El centro de alta presión ubicado sobre el Atlántico limitó el avance de la perturbación hacia el este de la región.
¿A qué se deben estas lluvias no anunciadas?
La extrema variabilidad climática volvió a imponerse y a generar sorpresas, como los 10 a 40 mm que recibió gran parte de la provincia de La Pampa entre el 26 y el 27 de febrero. La dinámica regional atmosférica mostró fuertes cambios en los últimos días, favoreciendo el desarrollo de lluvias convectivas. Este tipo de lluvias tiene el rasgo distintivo de ser puntuales y de generar eventos que pueden ser muy fuertes y violentos, como los que se dieron en Monte Maíz, y no están al alcance de ser detectadas por los algoritmos de los modelos que usan los pronósticos.
¿Qué se espera en el corto plazo?
Se espera que siga habiendo continuidad de los desarrollos desde Córdoba hacia el norte del país en los próximos días. Los modelos muestran alguna probabilidad de lluvias para la región central a partir del jueves 4 de marzo, aunque muy limitados para el sur de Córdoba y sur de Santa Fe. En estas condiciones tan volátiles de la atmósfera, estos pronósticos hay que seguirlos día a día, pero lo bueno es que vuelven a activarse señales de lluvias en un momento dónde cada milímetro es esencial para los cultivos.