El año pasado, las exportaciones de harina de trigo de Uruguay se redujeron respecto a la zafra anterior, tanto en valor como en volumen. El producto representó el 78% del volumen total exportado de derivados del cereal y el 41% del valor. El principal mercado fue Brasil.

Según un análisis de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa), en el período noviembre de 2019/octubre 2020, alcanzaron las 15,7 mil toneladas (equivalentes a unas 22,5 mil toneladas de grano). El volumen marca un descenso de 15% respecto de las 18,6 mil toneladas de harina (equivalentes a 26,5 mil toneladas de trigo) exportadas en el año previo.

La información de la Dirección de Aduanas (MEF) muestra que -al igual que años anteriores- las ventas mantuvieron como destino principal el mercado brasileño con el 90% del volumen y el 88% del valor. Venezuela se ubicó en segundo lugar con un 4% del volumen total exportado, reduciendo fuertemente su participación respecto al año anterior (12%).

Opypa destacó que por primera vez en el ranking de países destino aparece Perú, también con una participación de 4% en volumen y 5% en valor. En el cuarto lugar, se encuentra Chile con 3% de las ventas de harina de trigo, destino que no se registraba desde el año 2008. Estados Unidos prácticamente desaparece como destino, con compras bastante menores que años anteriores. Al igual que lo observado desde la zafra 2016/17, la firma -Molino Cañuelas Uruguay S.A.- explicó el 98% de las exportaciones uruguayas de harina de trigo. Se destaca este año la participación de las empresas COUSA y Molinos San José -con participaciones menores- en el comercio de harina de trigo.

Valor. El valor de las exportaciones de harina fue de US$ 5,7 millones, un marcado descenso de 16% respecto de los US$ 6,8 millones del año previo. El precio medio de la harina comercializada fue US$ 365 por tonelada FOB, apenas 1% por debajo de los U$S 366 obtenidos en los doce meses previos). De acuerdo con la información de Aduanas (MEF), se importaron derivados por casi US$ 60 millones CIF, lo cual representa una importante baja de 16% respecto al año previo (US$ 71 millones).

Por su parte, las importaciones de harina de trigo aumentaron apenas 1% en volumen y 8% en valor, alcanzando a 1,8 millones de toneladas, con un valor de US$ 522 por tonelada CIF, 7% por encima del valor unitario del ciclo previo. El 94% del volumen importado provino de Argentina.

Nuevamente Molino Cañuelas y Labrezza SA se posicionan como las principales empresas importadoras, con una participación de 55% y 25% de las compras, respectivamente.

Si bien el 65% del volumen importado de derivados en 2020 correspondió a afrechillo y un 28% a productos panificados, dichas participaciones se modifican a 15% y 74% respectivamente cuando se cuantifican en valor. Durante 2020 (a noviembre), las importaciones de productos panificados alcanzaron a US$ 44 millones (vs US$ 57 millones el año previo) mientras las de pastas se estiman en poco más de US$ 4,7 millones CIF (vs US$ 4,9 millones el año previo). La importación de mezclas se redujo 36% y alcanzó US$ 1,1 millones CIF, según Opypa.

De acuerdo con lo anteriormente expuesto, sin considerar las exportaciones de harina de trigo, ni las importaciones de afrechillo, el balance de los derivados continúa siendo -a pesar de la caída

Asumiendo que el consumo interno de panificados permaneció estable en el último año, esto implica una mayor demanda de harina de trigo a nivel local para realizar estos productos por parte de la industria de segunda transformación. Las importaciones son realizadas por un número importante de empresas y durante los últimos años, los principales orígenes de las importaciones fueron Argentina (49%) y Brasil (31%). De la misma forma, a partir de 2015, las importaciones de pastas superan las exportaciones y éstas provienen principalmente de Italia (42%), Brasil (30%) y Argentina (13%).

Las previsiones para la campaña triguera 2020/21 están influidas por un descenso en la superficie sembrada de 20.000 hectáreas y por expectativas de altos niveles de productividad que serían un nuevo récord para el cultivo. Como resultante, se proyecta un aumento en el volumen de la cosecha nacional de 71 mil toneladas, analizó Opypa en su informe.