En el campo hay una frase que se repite desde que comenzó la agricultura: “A los yuyos hay que arrancarlos de raíz”.
La referencia es a la mejor manera de combatir las malezas que son unas de las principales amenazas que tiene la producción de granos.
Desde hace varios años, una de las que genera más temor en los productores es Amaranthus sp, más conocida como “yuyo colorado”, una especie que comenzó a actuar en la zona núcleo, pero ya se extendió a casi todas las regiones agrícolas argentinas.
Y con un agravante: cada año aparecen nuevos biotipos resistentes a diferentes principios de acción, o incluso a varios herbicidas de manera múltiple.
Mientras avanza la cosecha de trigo y de cebada, y por encima de los rastrojos comienzan a circular las sembradoras de soja de segunda, desde FMC consideran que su producto Capaz 50 es la herramienta ideal para atacar al yuyo de raíz, como han sugerido históricamente en el campo.
El motivo: es un herbicida que tiene tres “poderes” que son capaces de “gobernar” a una de las malezas que más resisten el control.
Los tres poderes
Selectividad. Santiago Pascual, coordinador de servicio técnico en La Pampa y oeste y norte de Buenos Aires, afirma que es una de las principales virtudes de Capaz 50.
“Estamos en una época en que la cosecha prácticamente se superpone con la siembra, por lo tanto necesitamos aplicar un producto que sea selectivo y que afecte solamente a la maleza y evite daños por fitotoxicidad en el cultivo, que nos permita aplicarlo por encima del rastrojo y luego sembrar con pocas días de diferencia”, remarca Pascual.
Solubilidad. Para Fabricio Díaz, coordinador de servicio técnico de FMC para el sur de Córdoba, otro aspecto destacable de este herbicida es su solubilidad.
“No queda retenido en el rastrojo: con apenas 15 milímetros de lluvia, es capaz de traspasar la capa de cobertura e incorporarse a los primeros milímetros del suelo y funciona como preemergente, para que la maleza no nazca o lo haga en malas condiciones”, explica Díaz.
Absorción. Capaz 50, según Emiliano Fernández, coordinador de servicio técnico de FMC en el centro y sur de Buenos Aires, cumple la principal premisa para eliminar una maleza: atacarla desde la raíz.
“Es un producto que por su fácil solubilidad entra en contacto con la maleza de manera radicular; es decir, se mete en la maleza por la raíz y en siete días ya se puede ver el resultado de los menores nacimientos”, afirma Fernández.
Desde su punto de vista, es muy importante controlar el yuyo colorado no solo por los inconvenientes que puede generar en la presente campaña, sino para disminuir el banco de semillas que genera esta maleza y que multiplican el problema en los ciclos siguientes.
Según los técnicos de FMC, las mermas de rendimiento son difíciles de cuantificar porque dependen del nivel de infestación, pero al ser una especie tan explosiva, pueden darse casos de lotes que quedan prácticamente imposibles de cosecharse.