Como en cualquier mercado, la introducción a la economía nos dice que el precio se determina en aquel lugar donde se cruzan la oferta y la demanda. A un precio más bajo la oferta se retira y a un precio más alto la demanda no lo convalida. Nada nuevo, nada distinto a lo que cada uno de nosotros vivimos en nuestra vida diaria.
La particularidad en el mercado de granos es que la oferta no es algo tan sencillo de determinar. Sí podemos decidir aumentar el área de siembra, invertir en tecnología de semillas, en fertilizantes. Pero una vez tomadas esas decisiones, en la producción final tendrá una gran participación el clima. Y una vez que tengamos en mano la producción, esta será fija hasta la próxima campaña. Pero no confundamos un tema clave (y que en Argentina conocemos muy bien): producción no es lo mismo que oferta. Es más, hasta me tomaría el irrespetuoso atrevimiento de corregir al USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos). Su informe mensual no debería ser llamado “de Oferta y Demanda”. Tendría que llamarse “de Producción y Demanda”.
Por lo tanto, ya nos podemos ir dando cuenta que definir la oferta que un determinado país pueda tener de algún producto agrícola (para nuestro interés, soja, maíz o trigo) no es nada sencillo y responde a múltiples factores.
Hecha esta breve introducción, los manuales nos dicen que la oferta (tan difícil de predecir) es la que nos da la volatilidad y las disparadas de precios y la demanda es la que nos asegura “pisos de precio”. Como sabemos, son pocos los lugares del mundo donde se puede producir agricultura extensiva y los principales demandantes se encargan de asegurar una rentabilidad mínima para que los cultivos se sigan sembrando. Ese es el piso. A partir de allí, el clima y los imponderables generaran la volatilidad y el miedo de si la oferta podrá cumplir esa demanda.
Por ejemplo, un repaso de los últimos 10 años de soja nos va a ayudar a esclarecer estas cuestiones: desde 2011 hasta mediados de 2014 el mercado se encontró en un constante apretón de oferta con una creciente demanda. Eran mercados muy volátiles en plenas primas climáticas (jun-jul-ago en EEUU y nov-dic-ene en Argentina y Brasil). A partir de allí, las producciones lograron estabilizarse y la demanda estableció pisos de precios mucho mejores que en décadas anteriores. Recordemos que la demanda fue creciendo y necesitó asegurar más área de siembra. Así entramos en un periodo desde mediados de 2014 hasta mediados de 2020 de menor volatilidad, aumento de stocks, mercados más “aburridos”. Tanto Brasil como EEUU no paraban de lograr producciones record año tras año.
Cuando llegamos a Junio de 2020, todos pusimos los manuales sobre la mesa y nos preparamos a esperar el clima de EEUU. Con demanda muy tranquila, solo un bajón productivo fuerte podía darnos algo de aire a un mercado que había tocado los 305 u$s/tn en plena pandemia. Pero para la sorpresa de todos se dio algo inusual. Algo que mientras buscábamos hoja por hoja alguna explicación, el mercado nos pasó por encima. La soja pasó de 326 u$s/tn a fin de Julio a 439 u$s/tn de estos días. Subió 34%!
Algún problema con el rinde en EEUU? Para nada, dado que terminó siendo 34 qq/ha, solo superado por la campaña 2016/17 y 2018/19. La producción final es muy floja? El USDA estima 113 mil tns, mucho mejor que las 96 mill tns del año pasado (se había sembrado menos) y no tan lejos del record de 120,5 mill tns de la 2018/19. Entonces?
Lo que vimos fue una explosión de demanda por parte de China totalmente inesperada y voraz. Cansados estarán de haber escuchado y leído que EEUU ya tiene vendido 83% de la soja que espera vender para toda la 20/21, o casi el 60% del maíz. Que China ya le compró a EEUU 10 mill de tns de maíz, cuando el record anterior para toda una campaña era apenas 3 mill tns. O que Brasil ya tiene el 60% de la soja nueva vendida (pregunta: ¿sobre qué producción estimada? Ojo…)
Para innovar un poco, me puse a buscar otros datos de EEUU (las bases de datos del USDA son un placer!). Si hacemos un corte a mediados de noviembre de cada campaña, este año China ya le compró a EEUU 55.000 tns de cortes frescos, refrigerados y congelados de bovinos. El record era el año pasado, con apenas 9.000 tns. Si me voy a cerdos, ya suman 700.000 tns compradas por China, cuando el año pasado era el record con 400.000 y años anteriores era casi inexistente. Y si queremos hablar del commodity estrella tenemos que citar al sorgo. China ya se anotó 3 mill de tns de EUU, el doble que otros años.
Lo que quiero marcar acá es que después de la pandemia, básicamente lo que
hace China es ir por el mundo preguntando que tenés para vender y te lo compran.
Al menos estos meses, el precio no fue un tema de discusión.
La teoría decía que la demanda no es difícil de estimar. Es estable y su
crecimiento constante. Salvo eventos del tipo “cisne negro” como pudo haber sido
la pandemia desde abril a junio, o la guerra comercial entre EEUU y China cuando
ganó Donal Trump. Pero hoy nos encontramos que no tenemos una idea estimada de
hasta dónde puede seguir esta locura.
Mirando para adelante, lógicamente el mercado se centra en si la oferta futura va a poder hacerle frente a este nuevo escenario de demanda. Y aquí es donde entra Sudamérica y su bendito clima. Nada que ustedes no sepan, los pronósticos vienen complicados. Más allá de algunas lluvias aliviadoras para Argentina, lo cierto es que Brasil viene muy seco y los pronósticos de Niña siguen firmes.
Sumado a esto, Argentina es el primer alumno que pasa al frente cuando hay que dar un ejemplo de que producción y oferta no es lo mismo. Estamos cerrando el 2020 y se estima que hay más de 15 mill de tns de soja aun en poder del productor. En un escenario de subas históricas, el productor argentino desafía las leyes de oferta y demanda y antes mayores subas de precios, menos vende. Obviamente entran a jugar otros aspectos que al mundo le cuestan horrores entender y no vienen al caso en el informe de hoy.
La estimación para Brasil por ahora está en el record de 133 mill de tns y de Argentina se esperan 53 mill. De esa forma, Sudamérica le daría una mano importante a EEUU dado que hoy tienen stocks finales estimados de apenas 5,1 mill de tns, los más bajos de los últimos 6 años. Eso nos da un ratio stock/consumo de solo 4,2% que no vemos desde la 2013/14.
¿Por qué hoy el mercado sigue firme y alcista? Levante la mano el que crea que Brasil y Argentina van a lograr esa producción? Todos lo que levantaron, deberían empezar a ponerle precio y asegurar pisos .de la cosecha nueva…
Por Pablo Fraga – Asesor Comercial Grupo Roagro - Docente de Agroeducación
Fuente: Agroeducación