A lo largo de todo el mundo, personas, plantas y animales están siendo afectadas por infecciones que no se pueden tratar, incluso utilizando los más potentes tratamientos antimicrobianos.
Esto ocurre debido a la resistencia a los antimicrobianos (ver video ¿Qué es la RAM?), el fenómeno por el cual un microorganismo se vuelve resistente a un antimicrobiano al que antes era sensible. Es una consecuencia de la capacidad de ciertos microorganismos (por ejemplo, de bacterias y virus) de neutralizar el efecto de los medicamentos como los antibióticos.
Esto tiene graves impactos sobre la salud y la agricultura; por ello, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) está participando de las acciones de la Semana Mundial de la Concienciación sobre los Antimicrobianos 2020, que se realizan del 18 al 24 de noviembre.
La Semana es coordinada por la FAO, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS). Su objetivo es sensibilizar y abogar para detener el uso indebido, y algunas veces abusivo, de estos medicamentos claves para la salud humana, animal y vegetal, lo cual fortalece la RAM.
La Resistencia a los Antimicrobianos está aquí y ahora: unidos para fortalecer los sistemas alimentarios y asegurar los medios de vida: ese es el lema de la sexta edición de la Semana Mundial de la Concienciación sobre los Antimicrobianos, la cual esta vez incluye a todos los antimicrobianos, no sólo a los antibióticos.
Según la FAO, la producción ganadera en los países de bajos ingresos podría disminuir hasta en un 11 por ciento para 2050, debido a la resistencia a los antimicrobianos. Los países de ingresos bajos y medianos son los más afectados por enfermedades infecciosas y sus habitantes no siempre tienen posibilidad económica de acceder a los tratamientos más caros.
Si no se aborda a tiempo, la resistencia a los antimicrobianos puede afectar la vida y el bienestar de decenas de millones de personas a lo largo de todo el mundo, impactando fuertemente sobre los medios de vida y los sistemas agroalimentarios.
¿Por qué es importante esta Semana?
La resistencia a los antimicrobianos está ocurriendo a un ritmo cada vez mayor. En los últimos años, el fracaso de antibióticos, y otros medicamentos que salvan vidas, ha ido en aumento.
Lamentablemente, no se están dedicando suficientes esfuerzos, políticos, económicos y científicos para elaborar nuevas moléculas de antimicrobianos capaces de combatir de mejor manera a los microorganismos resistentes.
A medida que las llamadas "superbacterias" se propagan a través de especies, y fronteras, también deben hacerlo los esfuerzos globales para frenar la RAM. La acción coordinada y sostenida en todos los niveles de la sociedad ayudará a mantener la efectividad de los antimicrobianos en todo el mundo.
El rol clave de la agricultura
El uso de pesticidas, fungicidas, herbicidas y antibióticos es común en el sector agroalimentario, pero si no se utilizan adecuadamente, representan un peligro porque pueden aumentar la resistencia a los antimicrobianos.
La FAO está trabajando con los países para fortalecer la gobernanza de la RAM en la producción de alimentos, y garantizar la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios, mitigando su contribución a la resistencia a los antimicrobianos.
Desde 2019, la FAO, junto a la OPS/OMS y la OIE, con la colaboración económica y política de la Unión Europea, están impulsando un proyecto que cubre a siete países de América Latina y el Caribe: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Uruguay.
El proyecto impulsa planes nacionales de acción para abordar la RAM bajo el enfoque "Una Salud", que reconoce la interdependencia entre la salud humana, sanidad animal y el medio ambiente. Este enfoque toma en cuenta que existen problemas para nuestra salud que provienen de la salud de los animales, y que muchas veces son influenciados por alteraciones en el medio ambiente.
Por medio de la sensibilización y la abogacía, el proyecto está impulsando una respuesta intersectorial que incluye a las autoridades gubernamentales del sector sanitario, a la empresa privada, a los sectores vitales de la cadena de producción agroalimentaria, y la sociedad civil.