Según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para este 2020, Argentina se encamina a la peor participación del PBI per cápita de su historia en relación al promedio de América del Sur, con 115% y sólo del 29% con respecto a Estados Unidos.

Agustín Etchebarne, Director General en la Fundación Libertad y Progreso destacó que “el retraso de Argentina es doble, ya que ha quedado retrasada dentro de Sudamérica, y esta a su vez ha perdido posiciones frente a los países del Sudeste asiático. Por eso es necesario armar un programa de reformas que impliquen recuperar las libertades; equilibrar las cuentas públicas y tener una moneda sana”.

Si bien sigue estando por encima del promedio de América del Sur, a lo largo del siglo XX y en lo que va del siglo actual, la tendencia se mantuvo a la baja en forma sostenida. La economía argentina fue pujante en algún momento de su historia, logrando estar dentro de las potencias del mundo, pero debido a políticas públicas cortoplacistas en materia económica, entró en un sendero decadente del cual aún no logra salir. Sobre este punto Aldo Abram, Director Ejecutivo en la Fundación Libertad y Progreso comentó que, “El camino que recorrió Argentina a partir de la Constitución nacional de 1953, llevó a que las empresas e inmigrantes desearan vivir en Argentina. Tuvo que ver con la traducción de una calidad institucional enorme en un nivel de vida superior al de países europeos, en respeto por las libertades y prosperidad. A partir de 1930 Argentina abandona este camino por el de la irresponsabilidad cívica; del caudillismo paternalista en definitiva del populismo”.


El gráfico muestra la evolución del PBI per cápita argentino, en comparación con el promedio de los países sudamericanos (línea azul) y con el de Estados Unidos (línea roja). Siempre que la serie se encuentre por encima de 100%, implica que el PBI per cápita argentino es mayor.

Desde la consolidación de nuestro país con su primera constitución de 1853, logró en 1895-96 ser el primer país con mayor PBI per cápita del mundo, siendo un 15% superior al de Estados Unidos. En 1905, fue 159% mayor al promedio sudamericano.

Hasta antes de la década de 1950, nuestro PBI per cápita representó el 60% del análogo estadounidense y 185% del promedio de la región. A partir de entonces se registró una decadencia sostenida. Desde 1975 hasta la actualidad, el PBI per cápita de Estados Unidos se multiplicó por 13, mientras que el de Argentina lo hizo por 7.

Iván Cachanosky, Economista Jefe en la Fundación Libertad y Progreso comentó: “Es una lástima que Argentina haya perdido el tren del crecimiento por darle la espalda al mundo tomando medidas cada vez más proteccionistas. Por eso es importante encarar con madurez las reformas estructurales pendientes si queremos evitar seguir en este camino de decadencia”.

Abram agregó que retomar el camino de la institucionalidad “implicará un premio enorme, y la evidencia está en que aquellos países que llevaron adelante las reformas estructurales, en los siguientes 20 años redujeron sus índices de pobreza y desempleo a un dígito y duplicaron el poder adquisitivo de sus habitantes” y concluyó que “lamentablemente hoy son nuestros hijos y nuestros emprendedores los que están buscando nuevas oportunidades, en otros países del mundo. Con las reformas estructurales podremos revertir esta tendencia para que sean los extranjeros los que busquen en nuestro país el mejor horizonte y nuestros hijos, como habitantes del mundo puedan tener la certeza de que en Argentina pueden progresar”.

Fuente: Libertad y Progreso