Además de las limitantes propias que impone el Gobierno de la Provincia, las empresas constructoras de Rosario se enfrentan por estos días a otra dificultad: la falta de materiales y equipamiento para abastecer los proyectos de obra.
Así lo confirmó a ON24 el presidente de la Delegación Rosario de la Cámara Argentina de la Construcción, Pablo Nazar, quien aseguró que desde hace más de 60 días, “hay faltante de todos los materiales”, desde ladrillos, cerámicos, hierro, chapa y alambres hasta clavos, problemática que perjudica tanto a la obra pública como a la privada, indicó.
El empresario local explicó que esta situación se debe a “un mix de factores”. Por un lado, el covid afecta a las fábricas en cuanto a cantidad de personal disponible y en la logística. De hecho, Nazar señaló que, además de materiales, también escasean camiones para entregas. Las mismas, dijo, se están otorgando “recién para febrero o marzo del año que viene, lo que da la pauta de que las fábricas están con muy baja producción”, subrayó.
Y mientras “las fábricas están a media máquina”, “hay mucha demanda”, remarcó, por lo que “se presenta un cuello de botella porque la mayoría de los consumidores quiere hacer, con razón, reserva de valor”.
Otro factor que para Nazar podría llegar a estar jugando en contra es la especulación respecto al precio del dólar: “Algo debe haber, a la espera de que se acoplen los precios o de alguna variación del tipo de cambio. Porque la brecha es tan grande que pareciera que es difícil sostenerla en el tiempo. Hay muchos productos que se compran con facturas en dólares”, puntualizó.
Por otra parte, remarcó que la venta de acopio por parte de los corralones y distribuidores también se está viendo desalentada. Es decir, comprar materiales por adelantado para fijar precio y esperar al momento de necesitarlo para solicitar la entrega. “La fueron retaceando porque se estaban quedando sin materiales para reponer y ahora creo que ya no te dan acopio”, aseveró.
Ante este complicado escenario, claramente la solución que asomaría, al menos, para el corto plazo, a juicio del presidente de la Delegación Rosario de la Cámara, es que las fábricas empiecen a tener otro nivel de producción, con menos restricciones para trabajar: “Eso puede llegar a ser un horizonte que vaya cambiando la situación”, estimó Nazar.
Fuente: ON24