América Latina hospeda por primera vez en la historia la Conferencia Internacional sobre Bioeconomía Aplicada, cuya edición 2020 llegó a la región de la mano del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), co-organizadores del evento de este año junto al Consorcio Internacional de Investigación en Bioeconomía Aplicada (ICABR por sus siglas en inglés).
La Conferencia Internacional sobre Bioeconomía Aplicada es considerada como el principal espacio en el mundo dedicado a definir, discutir y desarrollar el potencial de la bioeconomía para el desarrollo y el evento concita cada año la participación y la atención de los profesionales de ciencias agronómicas y las universidades y centros de enseñanza más importantes del mundo.
El acto de inauguración contó con la participación virtual de Carl Pray, Presidente del Consorcio Internacional de Investigación Aplicada de Bioeconomía; Luis Basterra, Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina; Sergio Busso, Secretario de Agricultura y Ganadería de la provincia de Córdoba, Argentina; y Manuel Otero, Director General del IICA.
La primera jornada de la Conferencia también contó con la participación de Bruno Prosdocimi Nunes, Coordinador General de Bioeconomía del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Brasil; Wálter Oyhantcabal y Carolina Balian, de la Unidad de Sostenibilidad y Cambio Climático del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) de Uruguay; Marcelo Eduardo Alos, Secretario de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional, del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina; Mabel Gisela Torres Torres, Ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia; y Federico Torres Carballo, Viceministro del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones de Costa Rica.
La provincia de Córdoba, una potencia agroalimentaria ubicada en la región central de Argentina, iba a hospedar el evento, cuya estructura debió ser modificada por la pandemia de Covid-19. En el actual formato virtual del encuentro, el contenido y los expositores son los mismos, reuniendo a las principales autoridades del mundo en la materia (Ver detalle aparte).
"Nos pusimos de acuerdo para utilizar la bioeconomía para la reconstrucción económica y reconstruirnos mejor que antes. Los países en los que antes había economías de crecimiento, ahora hay desempleo, depresión, declive económico. El cambio climático amplificó efectos de la pandemia. Creemos que la bioeconomía ofrece rutas para estimular el crecimiento y mitigar el cambio climático", explicó Pray.
El Ministro Basterra expresó un "contundente apoyo" al concepto de la bieconomía, y celebró las iniciativas que habilitan la generación de bienes y servicios a partir de la biomasa.
"Las experiencias en Córdoba son el modo ordenado y eficiente de consolidar el concepto de bioeconomía: de lo local a lo global, y estas experiencias ocurren a lo largo del territorio argentino y me animo a decir que en todo el mundo está desarrollándose cada vez con más énfasis esta percepción de cómo llegar a una sociedad que cubra sus necesidades y aspiraciones, pero que lo haga de una manera sustentable", dijo el ministro argentino.
El Secretario Busso aseguró, por su parte, que "nosotros tenemos responsabilidad política y tenemos que estar atentos en cómo podemos traducir estas ideas en buenas políticas públicas. En América Latina hay un gran potencial para el desarrollo de la bioeconomía, porque es una enorme cuenca fotosintética y la hace distintiva, por su diversificación productiva, que le agrega valor y por el desarrollo del medio rural. Es una región que tiene mucho potencial".
En el mismo sentido, añadió que "la bieconomía no ha recibido de los gobiernos ni de las políticas públicas una consecuencia acorde con las necesidades del momento, como sí ha sucedido en otras regiones como Europa".
Por su parte, y refiriéndose al potencial de la bioeconomía, Otero remarcó que este enfoque abre la posibilidad de generar círculos virtuosos para convertir a las comunidades rurales de América en zonas de progreso a partir del desarrollo de industrias locales de base biológica.
"Tenemos la posibilidad de generar otros productos de origen biológico de alta demanda para las industrias energéticas, médicas, farmacéuticas, químicas", aseguró el Director General del IICA.
Otero resaltó también el potencial de la bioeconomía para la reactivación y el posicionamiento estratégico de América Latina y el Caribe y en esa línea el IICA lleva adelante acciones de apoyo a los Estados miembros que abarcan tareas de sensibilización, convencimiento, formulación de marcos y políticas públicas y estrategias que permitan capitalizar los nuevos negocios de la bioeconomía.