José Carbonell de Federcitrus, la asociación argentina de cítricos, informó a Portal Frutícola que la fruta “se exportó a otros destinos, no es que cayó en el mercado interno”.
“Fue fruta que se exportó a otros destinos y no necesariamente con el mismo precio, obviamente”, remarcó.
Carbonell agregó que “hubo naranja que se mandó a Ucrania, Rusia, Canadá y Oriente”. Dichos mercados son destinos a los que suelen enviar fruta, solo que no en las cantidades que se enviaron ahora. Recordó que Rusia fue en algún punto su mercado principal.
Además, señaló que el “limón, sobre el final, se activó bastante el mercado
norteamericano y bueno, también se mandó a Rusia, en ese caso con precios más
bajos”.
Explicó que eventualmente pudieron tener un permiso especial con las naranjas, lo que les permitió entrar hasta más allá de la fecha que les habían puesto.
“Pudimos entrar sobre todo a países del norte de Europa, a Suecia, a Reino Unido y eso permitió aliviar bastante la situación”.
Añadió que “obviamente los números terminan no siendo los mismos; el promedio general tanto en naranja como en limón se vio afectado por esta limitación voluntaria del limón y por la prohibición en naranjas”.
“Hay que calcular que en limón podemos haber perdido 20 mil toneladas y en naranjas otro tanto”.
Análisis
En ese contexto comentó que están analizando el tema con el Senasa y que planean realizar las auditorías necesarias, con el fin de “corregir lo que haya que corregir, mejorar lo que haya que mejorar”.
Remarcó que el que las intervenciones hayan sido realizadas en puertos españoles es algo que aún consideran complejo, especialmente por la falta de documentación que respalde los juicios emitidos.
Y en línea de lo anterior, señaló que “no puede ser que la gran mayoría de las intervenciones no tengan respaldo técnico, con los instrumentos idóneos para determinar si una fungosis es tal”.