El Gobierno y las principales cerealeras intentarán llegar a un acuerdo final para acelerar la liquidación de divisas proveniente del campo a cambio de beneficios fiscales.
A última hora del martes, fuentes oficiales y privadas hablaban de un trabajoso preacuerdo, que le daba espacio a las negociaciones de hoy miércoles. De confirmarse, el acuerdo permitirá que las exportadoras apuren a liquidar divisas a cambio de beneficios fiscales.
En principio, habría una disminución en las alícuotas de las retenciones que pagan las exportaciones de soja y de carne bovina, aunque los números finales del acuerdo se cerrarán en la mañana del miércoles.
Para cerrar el trato, hubo un encuentro entre directivos de las principales cerealeras y dirigentes de la Mesa de Enlace, con el objetivo de que los productores pongan sus cifras definitivas para llegar a cerrar un trato con el Gobierno.
Del lado oficial, las negociaciones eran encabezadas por los ministros Martín Guzmán y Matías Kulfas. En la previa a estas últimas conversaciones, el titular de Economía se mostraba como un celoso cuidador de los números fiscales.
Distinto era el caso de Miguel Pesce, presidente del Banco Central, que viene bregando por un acuerdo con las cerealeras, de forma tal que se puedan recomponer las debilitadas Reservas.
Tanto el Gobierno como los empresarios cerraron la jornada con la íntima convicción de que podrían hacerse anuncios en la tarde del miércoles.
En busca de un cambio de expectativas
El momento es clave: la caída constante de las Reservas puso en jaque al mercado cambiario. La brecha entre el dólar mayorista y el "contado con liqui" trepó ayer martes al máximo del 96%, lo que para muchos observadores luce inviable en el corto plazo. Esa diferencia en las cotizaciones retrae la oferta de divisas y potencia la demanda, lo que lleva al BCRA a perder Reservas todos las jornadas.
En la presentación de las cerealeras, las compañías pusieron sobre la mesa que existen alrededor de 23 millones de toneladas de soja sin vender en manos de los productores, lo que equivale a unos 6.800 millones de dólares.
De acuerdo a las estimaciones del propio Gobierno, los ruralistas acumulan unas 17,5 millones de toneladas de soja sin vender, que a un precio de u$s380 la tonelada totalizan unos u$s6.600 millones.
Más allá de estas mínimas diferencias, lo cierto es que un acuerdo de este tipo sería muy potente en el actual contexto de caída permanente de las Reservas.
Hasta ahora, el ministro de Economía no quiso otorgarles a los ruralistas los beneficios fiscales que piden. La confrontación con Pesce está a la vista: mientras uno cuida las cuentas fiscales (Guzmán), otro cuida las Reservas, en medio de un goteo permanente (Pesce).
La idea que se barajó en las conversaciones pasaría por abrir una ventana de 60 a 90 días durante los cuales aquellos productores que vendan se beneficiarán de un beneficio impositivo. Uno de los borradores admite tomar parte de las retenciones por el stock sin vender como pago a cuenta de Ganancias. Concretamente se mencionó la posibilidad de imputar el 20% de ese monto a Ganancias del año que viene.
Otra de las posibilidades abordadas consiste en bajar las retenciones a algunos productos de la soja, también durante un período en el cual los chacareros deberían vender y las exportadoras liquidar si buscan beneficiarse.
Funcionarios del Gobierno sostienen que, aun con un pacto con los representantes del campo, habría que dar señales simultáneas al mercado. Se refieren a la posibilidad de contar con un programa monetario que sea confiable para los financistas, de cara al año 2021.
Otros funcionarios se mostraron proclives a la activación del swap con China. Hoy en día, las reservas del BCRA contienen el equivalente a u$s18.500 millones en yuanes.
En su último informe, el economista Emmanuel Álvarez Agis plantea que esos yuanes serían fácilmente convertibles a billetes verdes, "en el plazo de 12 meses". El exviceministro de Economía escribió que en diciembre de 2015, durante otra crisis de las reservas, se convirtieron el equivalente a u$s3.100 millones de ese swap.
"Aunque no cuente dentro del cálculo tradicional de reservas netas, debería ser tenido en cuenta a la hora de "medirle el aceite" al BCRA’, suscribió Álvarez Agis en su reporte semanal de la consultora PxQ.
Lo cierto es que, en el mientras tanto, las reservas del BCRA se van achicando y en los últimos meses sólo crecieron cuando la autoridad monetaria extremó el cuidado de los dólares poniendo nuevas restricciones, sobre las que ya existían.
Fuente: Iprofesional