En las sesiones de intercambio y preguntas de estos eventos suelen repetirse frases ligadas al impacto de los cultivos atribuyendo en forma directa dichos impactos a los diferentes biocombustibles que generamos. De allí el titulo de esta nota en la búsqueda de un titular atractivo para periodistas y medios de prensa de forma de enfocar la atención.
Por que el título, a diferencia de los cultivos energéticos puros que muchas veces se promocionan como amigables con el medio ambiente Argentina no posee cultivos a gran escala dedicados a obtener energía en sus tres formas gaseosa, liquida y sólida.
En el caso de los biocombustibles líquidos se aprovechan coproductos de una muy bien establecida bioindustria ligada a la producción de alimentos. Montada sobre esta lógica se desarrollaron verdaderas biorefinerías que no dejan de generar nuevos y mas valiosos productos a partir de una misma materia prima.
Siempre digo que para crear una imagen clara en nuestro interlocutor debemos saber seleccionar muy cuidadosamente la forma en que nos expresamos. Esto también se aplica en este caso donde es muy diferente hablar de biodiesel de aceite de soja o bioetanol de almidón de maíz que decir simplemente biodiesel de soja y bioetanol de maíz.
En el primer caso a nuestro oyente lo dejamos pensando, si usan solo el aceite o el almidón que pasa con todo el resto. En el segundo la mente hace una relación directa entre el cultivo y el biocombustible y si tiene preconceptos o preocupaciones sobre el mismo le adjudicará automáticamente dicho efecto al biocombustible que se trata.
Los biocombustibles argentinos se encuentran en una escala muy alta en la sustentabilidad logrando reducciones de emisiones que superan el 70 % sobre los valores de referencia de sus pares fósiles. Aquí merece aclararse que a diferencia de los biocombustibles donde medimos con lupa cada paso y proceso a lo largo de toda su cadena de producción y transformación los fósiles no se los estudia de la misma manera. No es lo mismo un petróleo cerca de la superficie que el shale oil o gas pero esto no se pone en evidencia.
A lo largo de todos estos años hemos seguido la importante evolución de las biorefinerías argentinas donde se optimizaron procesos, se incremento la eficiencia energética, se redujo el uso de agua y se incorporaron nuevos productos a la línea de producción.
Incorporar nuevos productos impacta sobre la sustentabilidad económica ya que se generan nuevos ingresos sobre en base a una misma materia prima agre, se genera nuevo valor agregado y se logra incorporar empleo de alta calidad en todo el país.
Podemos mencionar como ejemplos la glicerina farmacopea en el caso de las biorefinerías de soja o la producción de dióxido de carbono biogénico a partir de la fermentación de almidón de maíz. Al tener mas productos el impacto inicial de la materia prima se reparte entre mas participantes de la cadena y por lo tanto los números mejoran.
Otro ejemplo es la integración de tecnologías y refinerías como es el caso de plantas de biogás y bioetanol o el uso de biomasa en plantas de molturación de soja. En estos casos se reduce drásticamente el uso de combustibles fósiles en los procesos de transformación y se genera un fenómeno de circularidad tan promocionado en estos tiempos. Lo hacemos acá en Argentina y seguimos integrando producciones.
Hemos tenido históricamente en la argentina sucesivos surgimientos históricos de biocombustibles y hoy en día esta afianzada la producción de biodiesel y bioetanol. Pero nuevos actores se preparan como el caso del biometano que prometo no solo emisiones mas bajas sino inclusive convertirse en un biocombustible con impactos negativos. Esto quiere decir que en lugar de contribuir a las emisiones puede lograr un balance que posibilita fijar carbono en el suelo.
Nuestro agro e industria esta en continuo proceso de innovación e inversión por lo tanto los valores a los que hemos llegado son un piso para seguir mejorando. Esperemos que la nueva ley de biocombustibles a discutirse en el país tome en cuenta el enorme potencial que tiene esta actividad de mejorar el ambiente y al mismo tiempo generar empleo de calidad en forma federal.