“Sin embargo, hasta horas antes del anuncio oficial, supuestos expertos
vaticinaban a coro el fracaso de las negociaciones y un irremediable default. En
todo caso, el acuerdo dejó expuesto el fracaso de los pronosticadores”, opina
Víctor Beker, director del CENE.
Pero a juicio del economista, la deuda no es el único problema registrado en
el campo económico. “La necesidad de dejar sin efecto la intervención a la
empresa Vicentín mostró un alarmante grado de improvisación en la toma de
decisiones. Improvisación que se explica por la abierta confesión acerca de la
inexistencia de un plan económico. El que no sabe adónde quiere ir nunca llegará
a destino”, analiza el especialista.
Al respecto, advierte lo que viene en la materia. “Resuelto el tema de la
deuda con los acreedores privados, queda planteada la renegociación con el FMI.
Ello exige la necesidad de explicitar el rumbo económico, delinear la salida de
la cuarentena y hacer frente a la pandemia económica, como consecuencia del
COVID-19 y la consecuente paralización de actividades generada por la
cuarentena”, señala Beker.
“Cabe preguntarse al respecto si no se debería empezar por cambiar a una cuarentena focalizada en preservar a los mayores de edad y otras personas de riesgo, mientras se autoriza al resto a concurrir a sus lugares de trabajo”, concluye.
Fuente: Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE)