"Hoy, con la cantidad de datos que recogen las máquinas mientras trabajan,
podemos diferenciar lotes por ambientes y por materia seca. Esta información es
de gran utilidad para la confección de silajes en los tambos más grandes ya que
nos permite identificar las parcelas que arrojan 40% de materia seca y
procesarlas individualmente de aquellas otras que por ejemplo tienen 32%",
ejemplifica Iván Agretti, ingeniero agrónomo y coordinador general de Favaro
Silajes.
Como cualquier prestador de servicios, Agretti sabe que para crecer necesita
diferenciarse. Con esa premisa, en Favaro Silajes se apoyan en las capacidades
de sus cinco picadoras JAGUAR con las que realizan labores forrajeras en un área
que va de las 8000 a las 10.000 hectáreas por campaña.
Con 22 años de trayectoria y base en Hersilia, Santa Fe, la empresa
distribuye sus servicios por campos ubicados en el centro y norte de esa
provincia, Santiago del Estero y Tucumán. "Siempre estamos atentos a las
necesidades del mercado. Por eso hace apenas unas semanas hemos incorporado una
nueva JAGUAR 960 a nuestro equipo. Apostamos fuerte a todo lo que ofrece la
tecnología de precisión", cuenta Agretti. "Aunque no parezca, se trata de un
mercado muy competitivo, y siempre nuestra estrategia ha sido diferenciarnos con
un servicio profesional que represente un plus para el cliente", sentencia.
Especializada en servicios de conservación de forrajes, el 70% de los
clientes de la firma se dedican a la ganadería y producción de carne.
"Mayormente picamos sorgo y maíz, repartido aproximadamente en un 50% cada uno.
En menor medida trabajamos con pasturas, que representan el 3% del negocio",
revela Agretti.
Este año, una nueva JAGUAR 960 se sumó al equipo conformado por otras cuatro
picadoras CLAAS: una JAGUAR 930 y otras tres JAGUAR 960. Para la gestión
eficiente de la flota, Agretti se volvió fanático del TELEMATICS. "El sistema de
telemetría es una de las tecnologías que más utilizo porque me permite el
seguimiento de cada una de las unidades sin hacer acto de presencia. Me ha
pasado estar en Tucumán y tener otra máquina trabajando en Santa Fe con una
regulación que no era la adecuada. A pesar de que tengo mucha confianza en los
operarios, siempre es mejor tener un control", se sincera.
Con TELEMATICS se puede analizar todo el trabajo de la picadora, recopilar
los datos y transmitirlos prácticamente en tiempo real para ser consultados en
forma remota desde cualquier dispositivo móvil. Pionera en el rubro, la JAGUAR
es la única marca del mercado que ofrece este servicio de serie y gratis por
tres años. Esta misma tecnología permite realizar diagnósticos a distancia sobre
el funcionamiento del equipo, lo que agiliza las tareas de reparación,
calibración y mantenimiento, evitando pérdidas de tiempo y rentabilidad.
Agretti es egresado de la Universidad Nacional del Litoral, se especializó en
silajes y se volvió fanático de las JAGUAR. "Me gusta su autonomía de trabajo y
que sea tan confiable: yo salgo y trabajo", y asegura que, en promedio, con la
JAGUAR 960 hacen unas 22 hectáreas por día en las 100 o 120 días que dura la
campaña. "Es una máquina muy versátil. Se ajusta a cada necesidad. Es muy
económica, ya que te permite desarrollar una gran capacidad de trabajo con un
menor consumo de combustible", confirma.
Desde su creación, en 1998, Favaro Silajes ha trabajado exclusivamente con picadoras CLAAS. Debutaron con una JAGUAR 840 y se volvieron especialistas. "Tenemos mucha experiencia y ante cualquier tipo de inconveniente desarmamos la máquina y solucionamos el problema de forma rápida. Además, a pesar de su alta tecnología, su manejo es muy intuitivo y fácil de aprender para cualquier operario", sentencia Agretti, que se desempeña también como una especie de personal trainer de los operarios de la firma. "Yo no largo solo a un maquinista si antes no sabe reparar o reemplazar una pieza. Después, sentándome al lado, seguimos con la parte de manejo. Lo bueno que tiene CLAAS es que con el sistema CEBIS vos podes controlar cada una de las funciones de la picadora", explica, al referirse al cerebro de las máquinas CLAAS, a partir del cual se accede a todas las funciones del equipo desde la cabina, con apenas tocar su pantalla táctil.