“Como era de esperar, en los Estados Unidos, según la información del Bureau of Labor Statistics, el sector más golpeado fue el del turismo, ocio y hospitalidad, con una tasa de desempleo del 39%, equivalente a 4,86 millones de desocupados. En segundo lugar quedó el comercio mayorista y minorista, con un 17% de desocupación, equivalente a 3,22 millones. La educación y los servicios de salud ocuparon el tercer lugar, con un 11% de desempleo, es decir 2,55 millones. La producción manufacturera estadounidense experimentó una caída en abril del 13,7% respecto de marzo y del 15% con relación a igual mes del año anterior. La automotriz registró un retroceso en el mes superior al 70%”, puntualiza Víctor Beker, director del CENE.
“El FMI prevé una caída del 3% en la economía mundial para este año, lo cual constituiría la mayor recesión desde la Gran Depresión de la década de 1930. Por primera vez desde entonces, las economías avanzadas y las menos desarrolladas estarían simultáneamente en recesión. El ingreso per cápita caería en más de 170 países. La OIT pronostica una pérdida de 305 millones de puestos de trabajo en el mundo a raíz de la pandemia”, continúa el economista.
“Un informe de The Economist Intelligence Unit alerta sobre el riesgo de crisis de la deuda soberana en los países de menor desarrollo relativo fuertemente endeudados, cuya situación empeoró con la pandemia. También señala en el horizonte de riesgo a países del sur de Europa, incluidos España e Italia, que pondrán a prueba la capacidad del Banco Central Europeo. En tal sentido, la Comisión Europea dio a conocer un plan de recuperación económica de 750.000 millones de euros, cuyo objetivo es contrarrestar la recesión en la que está sumida Europa. Las mayores subvenciones corresponden a Italia y España, con 150.000 millones de euros entre ambas”, asegura.
“Mientras los cierres de empresas en el mundo permiten avizorar una ola de quiebras y créditos bancarios en mora, el sistema financiero estará sometido a su primera prueba tras la crisis de 2007-2008. Habrá que ver en qué medida las reformas implementadas le permiten hacer frente a esa ola de quiebras de empresas y deudas impagas. De hecho, la Directora Gerente del FMI ya advirtió al respecto”, continúa.
En el extremo opuesto, completa Beker, “las actividades mejor adaptadas para seguir funcionando merced al trabajo remoto son las del software y tecnología de la información, finanzas y comunicaciones. En este sentido, se destaca el anuncio de Twitter a su personal en el sentido que autorizará a trabajar de manera remota a todos los que así lo deseen una vez superada la pandemia”.