Los pronósticos enunciados se concretaron con mayor incidencia en los departamentos del centro – norte, donde los registros pluviométricos fluctuaron entre 05 a 60 mm, beneficiando en distintos grados, a las diferentes zonas.
Otra, fue la realidad de los departamentos del sur, donde los milímetros de agua caída sólo variaron entre 02 y 10 mm.
En toda el área de estudio, las situaciones ambientales condicionaron directamente las distintas actividades, su desarrollo y su ritmo.
El proceso de siembra de trigo, ciclo largo, fue el que en mayor escala adelantó y a muy buen ritmo, lográndose un grado de avance del 58 %, optimizándose los tiempos, dado los buenos contenidos de humedad de los suelos, interrumpiéndose luego, por las inestabilidades climáticas ocurridas.
La intención de siembra del trigo, según se estimó, tendría una disminución del orden del 6 al 8 % en relación a la superficie implantada en la campaña 2019, que fue de 378.000 ha, dice el informe del SEA que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Además, continuó el proceso de cosecha de los cultivos de soja tardía, algodón y sorgo granífero, regulado por los porcentajes de humedad ambiente y de grano que presentaron los mismos. En el caso del maíz tardío giraron entre el 16 al 18%, en lotes puntuales, condición que permitió el avance de la trilla, pero en menor proporción que la siembra de la cosecha fina.
Asimismo, el informe expresa que en con el transcurso de los días soleados, sin lluvias, el proceso de cosecha de la soja tardía fue recuperando ritmo y movimiento, incrementándose en mayor proporción, en los departamentos del centro-norte, lográndose un avance del orden del 87 %, con un ascenso semanal de 07 puntos y un adelanto de 12, en comparación al mismo período, de la campaña 2018/2019.
En cuanto al maíz tardío (de segunda), un par de días con condiciones estables y porcentajes de humedad de grano que fluctuó entre 16 y 18 %, puntualmente, en muy pocos lotes, se avanzó en el proceso de cosecha, con rendimientos promedios que variaron entre 45 – 60 y 75 qq/ha., actividad que se detuvo por la inestabilidad climática y las precipitaciones que se registraron.
Los cultivares manifestaron las diferencias entre los maíces sembrados temprano, que se encontraron en buen estado, con los tardíos, que continuaron siendo muy irregulares, según zonas.
Dadas las distintas realidades, características de los suelos, regímenes de precipitaciones, tipos de manejos, se estimó que los rendimientos fluctuarían entre 50 a 58 qq/ha, en los lotes buenos a muy buenos y de 25 a 45 qq/ha, en los regulares a malos.
Al cierre del informe, se llevaba trillado el 95% del algodón; el 85% del sorgo; el 87% de la soja tardía, y el 0,5% del maíz tardío. En tanto, se llevaban sembradas 200.100 hectáreas con trigo, es decir el 57% del área estimada que es de 351.000 hectáreas en la región centro norte de la provincia de Santa Fe.