Durante abril los ingresos tributarios del Sector Público Nacional sumaron, restando los recursos de coparticipación federal, $ 271.175 millones, en tanto que la emisión monetaria que hizo el BCRA para financiar al tesoro fue de $ 310.000 millones. Para el mes de mayo, haciendo un cálculo conservador, podemos estimar una caída del 5% en términos absolutos de los ingresos impositivos del Sector Público Nacional sumando $ 258.000 millones redondeando hacia arriba, contra una emisión monetaria que ya lleva en mayo $ 290.000 millones, con lo cual la emisión monetaria se estaría convirtiendo en la principal fuente de financiamiento del tesoro por segundo mes consecutivo, sin considerar la fuerte expansión monetaria de marzo que representó el 67% de los ingresos tributarios.
Al 19 de mayo, el BCRA le había otorgado adelantos transitorios al tesoro por $ 1.164.730 millones. ¿Está excedido el BCRA en la asistencia al tesoro?
De acuerdo a la Carta Orgánica de dicha entidad, art. 20, el BCRA “podrá hacer adelantos transitorios al Gobierno nacional hasta una cantidad equivalente al doce por ciento (12%) de la base monetaria” y “podrá, además, otorgar adelantos hasta una cantidad que no supere el diez por ciento (10%) de los recursos en efectivo que el Gobierno nacional haya obtenido en los últimos doce (12) meses”. Salvo que inventen, los recursos en efectivo son, básicamente, los ingresos tributarios.
Ahora bien, al 19 de mayo, la base monetaria era $ 1.993.629 millones, con lo cual el 12% de esa cifra es $ 239.235 millones. Si tomamos la recaudación tributaria mayo 2019 – abril 2020 correspondiente al Sector Público Nacional, es decir, sin incluir los recursos que van a la coparticipación federal, el BCRA podría otorgarle otros $ 372.966 millones. Es decir el BCRA tendría como techo para otorgarle Adelantos Transitorios al Tesoro (emisión para financiar el déficit fiscal) de $ 612.201 millones.
Pero en forma excepcional la Carta Orgánica autoriza al BCRA a otorgarle al tesoro otro 10% de los ingresos en efectivo de los últimos 12 meses. O sea que le podría otorgar otros $ 372.966 millones, con lo cual llegaríamos a un máximo de autorización para prestarle al tesoro, según la Carta Orgánica, de $ 985.167 millones. Sin embargo el stock de adelantos transitorios al 19 de mayo es de $ 1.164.730 millones como señalaba anteriormente.
Mi visión es que el BCRA está excedido en la emisión que puede hacer para financiar el déficit fiscal del tesoro y, salvo que estén inventand algún otro ingreso en efectivo, podría estar en el límite.
Algo de exceso debe haber porque si uno observa las causas de expansión de la base monetaria en lo que va del año, la expansión de base monetaria por Adelantos Transitorios fue de $ 312.000 millones en tanto que la expansión por Transferencia de Utilidades sumó $ 600.000 millones. Es decir, la asistencia del BCRA al tesoro es el doble por transferencia de utilidades que por adelantos transitorios.
La pregunta es: ¿qué utilidades tiene el BCRA de esa magnitud para poder transferirle utilidades al tesoro? La realidad es que siendo que el BCRA no es un banco comercial que no vende tarjetas de crédito, préstamos personales o prendarios, sus únicos ingresos provienen de la colocación de reservas, que con los niveles que están las tasas de interés en el exterior, lo que puede obtener de utilidades por ese concepto, son monedas.
Lo que el BCRA está contabilizando como utilidades es la depreciación del peso frente al dólar. De esta manera, cada vez que prostituye más el peso, el BCRA lo considera una ganancia porque al subir el dólar, en realidad depreciarse el peso, dice que ganó. O puede hacer la misma cuenta contra los bonos intransferibles en dólares del tesoro que tiene en el activo y que son papeles sin valor en absoluto.
La lógica más elemental indica que luce bastante disparatado que se compute como una utilidad la pérdida de valor del bien que produce una empresa, en este caso el BCRA sería una empresa que produce la mercadería pesos, y como ese producto que produce vale cada vez menos, entonces lo considera una utilidad.
Pero dejando de lado este concepto delirante que vienen contabilizando diferentes administraciones del BCRA, el punto a resaltar es que uno debería esperar nuevas devaluaciones del peso o suba del tipo de cambio oficial en el futuro inmediato para que el BCRA pueda transferirle más “utilidades” a un tesoro al que no le van a alcanzar los recursos tributarios para financiar su creciente gasto público.
Puesto de otra manera, si efectivamente el BCRA llegó al tope de los adelantos transitorios que puede otorgarle al tesoro de acuerdo a la Carta Orgánica, y considerando que la cuarentena está haciendo caer los ingresos tributarios al mismo tiempo que crece el gasto público, el creciente agujero fiscal solo puede ser financiado con más emisión. Pero el BCRA ya estaría en el límite de los adelantos transitorios que le permite la ley. La única alternativa que le queda es inventar utilidades para transferirle al tesoro y esas utilidades deberían surgir de una mayor devaluación del peso, es decir, una suba del tipo de cambio oficial para “dibujar” utilidades ficticias y así poder emitir más pesos para transferirle utilidades al tesoro.
En definitiva, la destrucción del peso sería la única opción para financiar al tesoro, dada la negativa del gobierno de bajar el gasto público. Algo realmente delirante, pero propio de esta Argentina decadente.
Fuente: Economía para Todos