Desde la compañía explicaron que “en un marco de medidas adicionales de
seguridad e higiene por el Covid-19, Ledesma comenzó ayer su cosecha anual de
caña de azúcar, donde nace el proceso productivo de azúcar, papel, alcohol y
bioetanol. Además, con parte de la fibra de la caña y parte del residuo vegetal
que queda en el campo después de la cosecha, Ledesma también genera energía
renovable, con la que cubre la mitad de sus necesidades energéticas de su
complejo productivo en Jujuy”.
Además precisaron que “este año, Ledesma prevé una molienda de aproximadamente 3,1 millón de toneladas de caña de azúcar propia y 600.000 toneladas de cañeros independientes. La producción esperada es de 291.000 toneladas de azúcar refinado total, y 95.000 m3 de alcohol, cuya mayor parte se destina a bioetanol”.
En tanto, señalaron que “para el buen crecimiento de la caña, el agua en abundancia es un insumo muy importante. Las lluvias del verano fueron más escasas que en años anteriores: 655 mm, y con una fuerte tormenta de 100 mm en marzo que obligó a Ledesma a reparar puentes y caminos dañados por la escorrentía. El déficit hídrico fue compensado por una muy buena performance de riego y esto permite mantener una muy buena expectativa de rendimiento de caña. Por supuesto, el resultado final dependerá también del clima durante la cosecha, y fundamentalmente de la ausencia de heladas extensas en el invierno”.
Fuente: El Economista