En el “Análisis de la evolución del sector lácteo en Argentina durante el
período 2008/2019” especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario señalan que
en 2018 el sector lácteo en Argentina representó la quinta Cadena
Agroalimentaria Argentina en cuanto a aportes al valor agregado (VA), por detrás
de los aportes de las cadenas de la soja, la bovina, del maíz y del trigo. Este
aporte representó aproximadamente el 1% del PBI en términos de VA. Además, fue
la tercera cadena si es que se toma el Valor Bruto de Producción (VBP), sólo
superado por el complejo de la soja y del sector bovino.
“Con estos datos podría concluirse que el sector lácteo en Argentina mantiene
una gran importancia dentro de la estructura productiva nacional y que es
necesario su análisis histórico para reconocer el estado actual de esta cadena
agroalimentaria. Para ello, es esencial el estudio histórico de variables
determinantes del desempeño productivo del sector”, dice el informe.
Producción
Al analizar la producción de leche se podría afirmar que la misma se ha
mantenido constante. Principalmente porque a lo largo del período 2008/2019,
aunque se hayan dado variaciones de producción, entre el inicio y el cierre del
intervalo histórico analizado sólo se creció un 3,33%. En adición a lo anterior,
en caso de extender el análisis a 1999 el efecto producido es idéntico. La
producción total para dicho año fue de 10.329 millones de litros, y la
producción para el año 2019 fue de 10.343 millones de litros. Con lo cual podría
afirmarse que el crecimiento entre 1999 y 2019 es del 0,13%.
Es claro el estancamiento productivo cuando la producción total de leche en
millones de litros es aproximadamente el mismo valor habiendo transcurrido 20
años entre un año y el otro. El panorama es más claro aún si se realiza una
comparación con otros países. Según datos brindados por el Observatorio de la
Cadena Láctea Argentina, en el período 2000/2016, países limítrofes como
Uruguay, Brasil y Chile, crecieron todos más de un 40% en cantidad de litros,
incluso Chile llegando a crecer más del 70%.
El sector lácteo nacional orienta aproximadamente el 80% de su producción al
consumo interno y 20% a exportaciones. Por ello, el consumo doméstico
(determinado en gran parte por el nivel de ingreso nacional) y la demanda
externa son los principales determinantes de la producción en el país, además
del precio de los lácteos que determina la rentabilidad tambera. En este
sentido, la cantidad de unidades productivas de leche en Argentina evidencia un
retroceso entre el inicio y el final del período estudiado. En 2008, 11.542
establecimientos producían leche en Argentina para contabilizar en 2018 los
10.722 establecimientos. Pero dentro de este período existió una tendencia
alcista a hasta el año 2012 donde se alcanzaron los 12.003 establecimientos. En
dicho año se dio un quiebre en el sector lácteo nacional y desde entonces el
número de unidades productivas no ha dejado de descender hasta el año 2018.
La producción de leche a nivel nacional, según datos del año 2017, está
distribuida geográficamente en 3 provincias principalmente: Córdoba 37%, Santa
Fe 32% y Buenos Aires 25%. Su sumatoria da una participación del 94% del total a
nivel país.
Por otro lado, de 11.326 tambos existentes en ese mismo año, el 35,1% estaban
ubicados en la provincia de Santa Fe, 30% en Córdoba, 22,1% en Buenos Aires y
7,6% en Entre Ríos. Con estos datos podemos concluir que la escala de producción
en la provincia de Córdoba es la mayor a nivel nacional, puesto que la relación
entre su participación y el número de establecimientos productivos es el mayor
de todo el país.
Consumo interno
En cuanto al consumo interno, se estima que el promedio para todo el período
2008/2019 es equivalente a 200 litros de leche por año aproximadamente. En el
año 2019 se registra una fuerte reducción en las cantidades consumidas por los
habitantes del país (caída del 5,9% con respecto al año anterior y del 12,8% con
respecto al año 2008).
Dentro de las estimaciones del consumo interno puede notarse un cierto
reflejo de lo ocurrido con el número de establecimientos productivos. A partir
de los 214 litros de leche per cápita por año del año 2012, el consumo cae por
debajo de los 200 litros y, con la excepción del 2015, los valores no logran
superar dicho registro.
Exportación e importación
En el caso del sector externo, las exportaciones han sufrido una reducción de
aproximadamente el 20% en cantidades de toneladas y de un 32% en cantidades de
dólares ingresados al país. Por el lado de las importaciones, el volumen ha
variado mucho de año a año, pero podríamos afirmar que comenzó y cerró el
período analizado (2008/2017) con sólo un 3,2% de aumento. Pero las
importaciones finales serían mayores en un 9,95% al volumen promedio importado
en estos 10 años (13.992 toneladas). Además de ello, importar 15.384 toneladas
en el año 2017 significó un desembolso 25% mayor que lo gastado en 2008 para
importar 14.901 toneladas de productos lácteos.
“Cabe destacar que esta cadena agroalimentaria es estructuralmente superavitaria en cuanto a su balanza comercial. Las importaciones representan menos del 10% de las toneladas exportadas. El mismo resultado puede apreciarse en cuanto a los ingresos/egresos de dólares por transacciones con el exterior. Por tales razones, podemos afirmar que el sector es un generador neto de divisas para el país” menciona el informe.
Fuente: Agronoa