Esta medida complica aún más la competitividad argentina. Mientras otras naciones del mundo promueven y favorecen las exportaciones, en la Argentina se las encarece con impuestos.
Además, torna inviable la actividad en vastas zonas del país, lo que impacta en la falta de trabajo, desocupación, menores ventas de insumos, caída de la inversión en maquinarias, la disminución del ahorro que nuestro país necesita para potenciar su crecimiento, etc.
Recordemos, que el sector agroalimentario argentino produce alimentos para más de cuatrocientos millones de habitantes; que aporta, junto a la agroindustria, el doce por ciento del PBI, y que emplea a uno de cada tres argentinos.
Por ello, la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) sugiere: •Intensificar el diálogo con todos los sectores interesados a los efectos de encontrar variantes que amortigüen la situación planteada.
• Reforzar las campañas en todos los medios para concientizar a la población de las severas dificultades (climáticas, impositivas, cambiarias, logísticas, laborales, técnicas, etc.) que deben afrontar los productores agropecuarios.
• Instar a las entidades que nuclean a los productores a explicitar los aportes de divisas que generan las exportaciones del sector agroalimentario y las fuentes de empleo que crean a lo largo y ancho del territorio nacional.
Urge tender puentes dentro de nuestro país, para que todos los sectores podamos contribuir, de la mejor manera posible, a la construcción del bien común.
Porque nos sentimos parte de una actividad histórica, social y económicamente
trascendental en la vida de TODOS los argentinos, acompañamos a las entidades en
su reclamo.
Por Ing. Agr. Juan José Madero (H.) - Presidente
Fuente: Cámara Argentina de inmobiliarias Rurales