Al mismo tiempo, a nivel nacional, la presión impositiva sigue creciendo, afectando al sistema productivo de nuestro país. Los cambios de reglas y la falta de previsibilidad nos obligan a modificaciones constantes de los planes de trabajo.
La variación de los derechos de exportación impacta fuertemente sobre las
cadenas agroindustriales, pero fundamentalmente sobre los productores
agropecuarios, inmersos en un escenario inestable y de precios en baja.
Solo el crecimiento de la producción nos posibilitará crecer como país y como sociedad. Pero, para alcanzar los objetivos se necesitan estrategias que nos permitan sortear los problemas que nos afectan en el corto, mediano y largo plazo. Nuestras instituciones proponen un permanente diálogo público-privado. Siempre estamos a disposición para trabajar en forma conjunta, y en la permanente búsqueda de consensos que conduzcan al desarrollo sostenible del sector y de nuestro país.