Sin embargo, según indicó el ministro de Agricultura, Luis Basterra, y los
dirigentes agropecuarios que participaron de la reunión, lo que se recaude
mediante esta suba de retenciones se le devolverá a las economías regionales
mediante un esquema de segmentación y de compensación. En ese sentido, Basterra
aseguró que dicho incremento casi no tendrá impacto en el Fisco.
Según fuentes gubernamentales, este aumento en los derechos de exportación para el complejo sojero comprenderá esencialmente a los grandes productores de más de 1.000 toneladas al año, que representa el 26% del total en el país, que facturan más de $ 15 millones al año. En tanto, para el caso del trigo y el maíz confirmaron que se mantendrá la alícuota vigente y bajarán la retención sobre el girasol.
La decisión del Gobierno va precisamente en el camino contrario al esperado por el sector, que justamente estaba pidiendo una reducción en las retenciones de sus exportaciones. Además, genera más perjuicio al sector a cambio de beneficios recaudatorios extras muy bajos o nulos.
Los DEx de la soja suben a 33% (con algunas compensaciones) y bajan las de otros cultivos: campo frustrado (una vez más).
“Esta suba al 33% a la soja, claramente, es una medida negativa porque genera
un desincentivo a la producción, que generará por lo menos un estancamiento, si
es que no es una baja de la misma”, advirtió ante El Economista David Miazzo,
economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada).
“Esto es justamente lo opuesto a lo que requiere Argentina en este momento. Lo que le falta al país es empleo, divisas (mediante las exportaciones) y actividad económica. Este tipo de medidas van exactamente en contra de eso que se necesita”, remarcó Miazzo.
De acuerdo con el especialista, hasta cierto punto, los derechos de exportación son una mayor contribución fiscal del campo, pero después del 30% “es generarle una inviabilidad económica a buena parte de la producción agropecuaria en términos de las regiones productivas”. “En niveles del 33%, a muchos los obliga a entrar en terreno de pérdidas”, afirmó.
Por su parte, Juan Manuel Garzón, economista jefe de Ieral de la Fundación Mediterránea, señaló a este diario que el problema de los esquemas de devolución es que son “arbitrarios” si se instrumentan de forma sencilla. “Es decir, en una instrumentación sencilla es difícil distinguir entre el que está siendo muy afectado por la carga tributaria y el que no”, explicó.
“Ni el tamaño, ni la localización, ni el cultivo, etcétera, son variables a partir de las cuales se puede inferir con certeza la situación específica de cada productor, si este está teniendo o no ganancias o cuanto está siendo afectado por la carga tributaria”, agregó el especialista, que reiteró que cualquier criterio que se use para devolver será en definitiva “arbitrario”, discrecional: no hay información suficiente para fundamentar por qué sí darle a uno y no a otro.
“Agreguemos además que el esquema de devoluciones, si no es transparente y no
está bien pensada su implementación, es un foco de posible corrupción, de
tráfico de favores, de sesgos hacia determinadas regiones, etcétera”, remarcó
Garzón.
Repercusión
Tras la confirmación del Gobierno de este incremento de tasa para el complejo sojero, algunos representantes del sector se expresaron al respecto, aunque desde la Mesa de Enlace descartaron la posibilidad de un paro. “Vamos a ver qué dicen las bases”, señaló el titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes.
“Quieren seguir sacando de donde no hay más para sacar. Falta de lluvias,
baja de precios, presión impositiva desmadrada. Y el cuento de sacar para
devolver. Esto condena la economía diaria de miles de pueblos del interior.
Transferencia de la producción al populismo”, apuntó desde su cuenta de Twitter
el ex ministro de Agricultura durante la presidencia de Mauricio Macri, Luis
Etchevehere.
“
Quieren seguir sacando de donde no hay más para sacar. Falta de lluvias, baja de
precios, presión impositiva desmadrada. Y el cuento de sacar para devolver. Esto
condena la economía diaria de miles de pueblos del interior. Transferencia de la
producción al populismo.
— Luis Etchevehere (@lmetchevehere) 3 de marzo de 2020
Fuente: El Economista