En los recorridos por fábricas y supermercados que realiza habitualmente TodoAgro, hay una conclusión clara de lo acontecido en febrero: Los precios de quesos en puerta de fábrica subieron entre un 8 y un 10%, producto de una menor oferta de leche –lógica por estacionalidad- y una gran demanda de los centros vacacionales de Argentina que tuvieron un febrero decididamente espectacular con relación a años anteriores. A la vez, con un turismo muy “gasolero”, quesos de corte, pizzas y fiambres fueron la vedette en la gastronomía, lo que generó un corrimiento en los procesos productivos para atender esa sobredemanda.
En las listas de fines de enero el aumento de casi el 10% está consolidado, ya que por ejemplo el cremoso que oscilaba entre $195 y $198 paso a venderse entre $215 y $218, siempre hablando por kilo, la barra se mueve en torno a los $280, mientras que el sardo fresco está en el orden de los $280.
Cabe destacar que los aumentos también se corresponden al momento de asfixia en el sector industrial pyme, que están obligados a sostener precios en tranquera de tambo muy altos, y no poder subir los quesos en la medida de esas necesidades.
Los precios de los quesos en fábrica tuvieron un leve aumento en enero, que –de acuerdo a las opiniones de industriales del sector- no alcanza para sostener los precios en tranquera de tambo, en especial por parte del sector pyme láctea y empresas más chicas y menos tecnificadas.
Respecto a la producción, en enero creció 5,5% la producción de leche versus enero de 2019.
Durante el mes de enero los tambos argentinos produjeron un total 864,9
millones de litros de leche, lo que refleja un incremento de 5,5%. Es oportuno
señalar que se compara contra una mala performance de enero de 2019 cuando la
producción cayó más de un 8% respecto a enero de 2018.
Fuente: Edairynews