El default de Vicentín fue un mazazo para buena parte de la provincia. Con una actividad enfocada en el sur y el norte, pero con implicancia en cadenas de valor a lo largo de todo el territorio santafesino, la onda expansiva de la crisis puso a tambalear especialmente a las economías de las localidades que albergan sus plantas, y consecuentemente, a las arcas de los municipios que tienen a la empresa entre sus principales contribuyentes.
“Esto le pega de lleno a las arcas de la municipalidad, pero lo más importante no es eso, sino las familias de los 1000 trabajadores aceiteros, los proveedores, las estaciones de servicio, las empresas de seguridad, de montaje, al comercio”, contó a ON24 Leonardo Raimundo, intendente de San Lorenzo, ciudad donde el grupo concentra su actividad cerealera de exportación, cuya planta está frenada desde mediados de diciembre.
Para el estado local, Vicentín explica alrededor del 12% de los ingresos por el Derecho de Registro e Inspección (Drei). Esto es poco más de 5 millones de pesos mensuales, a lo que debe sumarse otro tanto por la Tasa de Circulación de Camiones (que hoy está en 500 pesos) y la Tasa General de Inmuebles (TGI).
Atentos al impacto que puede provocar la extensión indefinida de la crisis, Raimundo junto a la CGT y una mesa multisectorial solicitaron una “urgente” reunión con el juez que interviene en el Concurso Preventivo, con el fin de que “permita el funcionamiento de la empresa durante el periodo concursal, de forma que pueda pagar sueldos”.
“Todas las fuerzas vivas, las del trabajo y las políticas -sin distinción- estamos trabajando en este tema, al que hay que encontrarle una solución”, aseveró el intendente.
Qué pasa en Reconquista y Avellaneda
Avellaneda está fuertemente afectada por la crisis, dado que toda la actividad industrial de Vicentín en la ciudad (oleaginosas, agroquímicos, vinos, miel, insumos farmacéuticos) representa el 30% de lo que recauda el municipio en concepto de Derecho de Registro e Inspección.
Mientras que en Reconquista, si bien reina la preocupación, el impacto en las arcas municipales no es tan grave. “Acá tenemos tres establecimientos que tienen que ver con el grupo. Uno es Friar (frigorífico), cuya producción en buena parte va a exportación y está exenta de tasas locales. Luego, están Algodonera Avellaneda (hilandería) y Domitec SA (venta de productos de limpieza), que desde el punto de vista de recaudación no son tan gravitantes”, explicó el subsecretario de Hacienda, Rubén Nadalich.
Según el funcionario, la municipalidad recauda en concepto de Drei unos 26 millones de pesos, y la participación de Friar (que está funcionando con normalidad) en ese monto no llega al 4%. “Es una gran empresa pero tiene una incidencia relativa. Lo más importante pasa por el impacto indirecto sobre las empresas subsidiarias, que también pagan el Drei”, apuntó.
Qué pasa en Ricardone
“Tenemos que hacer malabares”, dijo a ON24 el presidente comunal Juan Carlos Doria, al ser consultado por el impacto de la crisis de Vicentín en las arcas de la localidad, que alberga una importante playa de camiones de la empresa.
Según Doria, el problema no es solo el hueco que puede dejar la falta de pago del Drei, sino también el costo operativo que indefectiblemente tiene la comuna por el intenso tráfico de camiones que la atraviesa por la ruta A012 en época de cosecha. “En la zona tenemos una escuela, un jardín de infantes, un centro de salud y un supermercado; eso implica que tengamos agentes de tránsito y guardia urbana las 24 horas en ese lugar y es un gasto importante”, subrayó.
Las cuentas que hace el presidente comunal suman erogaciones por 7 millones de pesos entre sueldos y otros gastos operativos. Mientras que los ingresos flaquean sin los aportes de Vicentín. “Teníamos un acuerdo para 2018 y 2019 para que la empresa pague 200 mil pesos de Drei y haga una donación para ayudar a pagar los costos que tenemos (…) nosotros no cobramos un Tasa de Circulación de Camiones”, dijo Doria.
De acuerdo con el jefe comunal, deberán “darse maña” para hacer rendir la recaudación, que en gran parte se explica por el canon que paga Rosario por el relleno sanitario que tiene en la ciudad (3 millones de pesos) y Recicom, la empresa que se encarga de la recolección. A lo que agrega la venta de lotes recuperados para la construcción de viviendas.
“Estamos preparando un informe para elevarlo al gobernador, para que observe la situación delicada en la que estamos”, concluyó Doria.
Por Mariano Fortuna
Fuente: ON24