Jamás responden por su impericia económica los responsables de la misma, sorprendiendo además sobremanera por la falta de ideas o alternativas inteligentes de los distintos responsables económicos para alcanzar un estado equilibrado, siendo siempre la unica alternativa acudir a una mayor presion tributaria.
Porque cada vez que se aumentan las alícuotas de los derechos de exportación
de productos agropecuarios, no se hace más que retrasar el desarrollo del país,
e impedir el pleno despliegue del potencial agropecuario.
La actual presión impositiva, tanto a nivel nacional, como provincial y
municipal, es insostenible alcanzando cerca del 60 % de la renta ( 56,4 % de
acuerdo al ultimo informe FADA), y preocupa que las primeras medidas que anuncia
el gabinete económico poco tengan que ver con el necesario readecuamiento del
estado para hacerlo viable, sino que nuevamente se le intente poner a la
actividad productiva un freno de mano, promoviendo restricciones en inversiones
y en generación de empleo.
El campo sin reglas claras, con decisiones apuradas, ni estimulo alguno, a la larga terminara afectando el ingreso de divisas al país. El cual se ve agravado aún más con la actual coyuntura sectorial, de una importante sequía, falta de capital de trabajo y escasa infraestrucura.
Desde CARBAP hacemos un llamado a la conducción política para que de una vez por todas termine con la irresponsabilidad que han sostenido los distintos gobiernos de no haber realizado el ajuste tan necesario en los tres poderes del estado, que nos permita terminar con estas crisis cíclicas en las que nos vemos inmersos en forma periódica, y abordar una reforma tributaria e impositiva equitativa a los distintos actores económicos que permita darle sostenibilidad al necesario financiamiento del Estado. Entendemos ademas que es imperioso trabajar en un acuerdo amplio de los argentinos , con mesas de dialogo que aborden los temas estructurales de manera consensuada.
CARBAP, esta semana adelantara su reunión de Consejo Directivo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para analizar las medidas a seguir con sus delegados, frente a la aplicación de recetas que ya han demostrado su fracaso en términos productivos y sociales.