La necesidad de lluvias supera los 150 mm en la franja oeste de Argentina
"La mitad de la primavera quedó atrás y el patrón pluvial sigue sin cumplir con las estadísticas", comenta Aiello. Respecto al año pasado, las siembras de maíz en Córdoba están atrasadas un 30%; en Buenos Aires, 15% y en La Pampa, 25%. Allí, la siembra de soja siquiera arrancó por la sequía. La falta de agua viene arrastrándose desde mitad de año. Pero hay pronósticos de lluvias importantes que permitirían alejar este escenario. Las precipitaciones empezaron en la jornada de hoy (21/11) en el centro norte de Córdoba dejando 10 a 35 mm. En las próximas horas seguirían con eventos fuertes pero puntuales. Durante el domingo y lunes, se espera que las lluvias ganen en cobertura y volumen al ingresar un importante sistema de tormentas. El éxito de este evento es fundamental para Buenos Aires y La Pampa. Hay sectores de la franja oeste que necesitarían lluvias por encima de los 150 mm para normalizar sus reservas. El Dr. Aiello explica que la campaña gruesa no tendrá aportes adicionales de los forzantes de gran escala cómo son el océano Pacífico y el Atlántico y hay serias dudas con lo que pueda sumar el flujo del Amazonas.
Región núcleo: resta por sembrar un 10% de soja de primera
Se implantaron 330 mil ha en esta semana. El avance queda 5 puntos por encima del progreso del año pasado, en esta misma fecha. La campaña anterior, un temporal con acumulados de hasta 300 mm provocaba la pérdida de 400 mil ha de soja. El contraste es impresionante: ahora la falta de humedad paraliza la siembra.
La cosecha triguera tomará fuerza la próxima semana
Solo en algunas localidades aisladas, donde la siembra fue más temprana, como en Cañada de Gómez y en los alrededores de Rosario, la trilla lleva un progreso del 40%. Los rindes son mejores de lo que se esperaba, incluso superan a los del año pasado. Hay promedios de 40 quintales, y valores que se mueven entre los 50 y los 35 qq/ha.
Maíces tempranos muy estresados en Pergamino
En la región núcleo, algunos lotes, al mediodía, empiezan a acartuchar sus hojas. Pero en Pergamino ya son notorios los efectos de la falta de agua. La pérdida de vitalidad y condición es evidente desde la semana pasada.