Hasta el viernes pasado, los ahorristas minoristas podían comprar un monto máximo de 10.000 dólares por mes con dinero bancarizado y hasta 1.000 dólares por mes si se lo hacía por ventanilla, con pesos billetes, sin ser cliente de ningún banco. Las restricciones vigentes desde el 1 de septiembre se endurecieron dramáticamente. Desde hoy, solo se podrán comprar 200 dólares por mes. según lo determinó anoche el Banco Central. Es un cepo vigente al menos hasta el 10 de diciembre. Después, se verá.
Más allá de estos cambios, la idea de los referentes económicos de Alberto Fernández es seguramente sostener estas restricciones, que apunten más a los individuos que buscan el dólar como atesoramiento, y no tanto a las empresas que necesitan divisas para financiar su producción.
Semanas atrás, Matías Kulfas aceptó que quería reorientar el mercado para que las firmas no tuvieran restricciones cambiarias que pudiera afectar la importación de insumos necesarios para su actividad.
Y lo que ya está prácticamente definido es que se volverá a un esquema de desdoblamiento del mercado cambiario. La actividad productiva se regirá por un dólar comercial y la financiera o especulativa por el canal financiero.
Una aproximación a ese mercado es lo que hoy muestra el mercado cambiario. Para importar o exportar, las empresas se rigen por el precio oficial. Las que quieren hacerse de dólares para girarlos al exterior, tienen que aceptar la cotización del dólar Contado con Liquidación, que el viernes cerró a $ 81, casi 25% arriba del oficial.
Por estas razones, se espera que el futuro equipo económico mantenga o incluso acentúe las restricciones cambiarias para quienes buscan refugio en moneda dura para sus ahorros.
La esperanza de los equipos del Frente de Todos es que a partir de ahora la oferta de dólares crezca por el superávit comercial. Esperan una fuerte expansión de las exportaciones, que les deje un saldo a favor en la balanza comercial de 25.000 millones de dólares al cabo del primer año de Gobierno.
Por lo pronto, y a partir de este lunes, la certeza de que habrá más restricciones al mercado cambiario indicarían que lo peor tal vez aún no ocurrió. Por lo pronto, la reducción en la cantidad de dólares que se puedan comprar derivará en una ampliación de la brecha cambiaria, tanto con el dólar blue (ilegal) como en los dólares paralelos que se pueden comprar en la bolsa mediante operaciones con títulos públicos. Estas brechas ya van del 16% al 25%. Durante el cepo K llegó al 100%.
Otras restricciones que están en la cabeza de los técnicos que vinieron trabajando al lado de Alberto Fernandez pasan por limitar el giro de divisas al exterior, por lo menos para los que no tienen una justificación comercial.
En el futuro Gobierno saben que no habrá dólares suficientes para todos, porque en principio, el mercado financiero estará cerrado, al menos, hasta que no se resuelva el problema de la deuda. Las negociaciones en ese sentido pueden ser complicadas. Y en cualquier caso, una vez concluidas, habrá que ver qué tasa deberá pagar la Argentina para captar otra vez la atención de los mercados.
Fuente: Rosario Finanzas