El dato es contundente: en los últimos años, las resistencias se han multiplicado y crecen a una tasa de cuatro biotipos y dos especies por año. "Son cifras muy alarmantes. Y el gran problema es que cada nueva resistencia a un modo de acción deja a un alto porcentaje de los herbicidas sin utilidad", advirtió el malezólogo Daniel Tuesca durante la presentación formal de los herbicidas Tripzin y Dinamic Soja organizado por UPL en Rosario para sus distribuidores.
Estas dos nuevas soluciones herbicidas son para el control de malezas en soja y evitan la generación de resistencias a partir de la combinación y mezcla de diferentes modos de acción. Dinamic 70 WDG –disponible para maíz y ahora también para soja- está formulado en base a Amicarbazone al 70%. Se trata de un principio activo que pertenece al grupo de las Triazolinonas y aporta un excelente control de malezas latifoliadas como Amaranthus, Conyza, Quinoa, Commelina y Verdolaga. Pero su acción se complementa con la mezcla de Strim (S-Metolaclor de UPL), ideal para el control de malezas gramíneas, una combinación que finalmente permite trabajar con la rotación de distintos principios activos y modos de acción, y lo convierte en un actor relevante en los programas de control de malezas resistentes.
En tanto, Tripzin es un preemergente con acción sistémica y residual para el control de malezas de hoja ancha y gramíneas anuales que se destaca por combinar el Pendimetalin (perteneciente al grupo de las dinitroanilinas) con el Metribuzin (del grupo de las triazinas). Mientras el primero inhibe la germinación de las malezas susceptibles, que mueren poco después de haber germinado o luego de la emergencia; el segundo actúa bloqueando la fotosíntesis de las malezas y es absorbido por las raíces y el follaje. Al mezclar estos dos modos de acción diferentes se previene además la generación de resistencias y se transforma en una excelente alternativa para rotar con inhibidores de la enzima protoporfirinógeno oxidasa (PPO) sin disminuir eficacia de control.
"Este tipo de mezclas de dos herbicidas con modos de acción diferentes siempre son mejores contra la generación de resistencias, porque de esta manera hay dos productos que se protegen en una acción conjunta", señaló el profesor de malezas en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Rosario. Sin embargo, en su exposición también reconoció que la problemática ha avanzado tanto que no se puede pretender una solución únicamente de la mano del control químico. "A lo sumo se podrá frenar o mantener en cierto nivel, pero debemos poner en juego otros factores como rotaciones, monitoreo o cultivos de cobertura que quiten un poco de presión a los herbicidas. Si a una Rama Negra se le hace competencia con un cultivo de cobertura, cuando llega septiembre u octubre la plantita tiene solo 5 centímetros y es mucho más fácil de controlar que una de 30 centímetros que estuvo sola durante todo el barbecho", ejemplificó. A su vez, realizar las aplicaciones oportunamente, sin subdosificar y alternando mecanismos de acción son variables que están a la mano del productor y que pueden ocasionar que la tasa de evolución de resistencia sea más lenta.
Tuesca es uno de los autores de una reciente investigación que confirmó la resistencia de Rama Negra a herbicidas inhibidores de ALS para el sur de Santa Fe -aunque existen sospechas que podrían extender la alarma a otros puntos del país, como Entre Ríos, norte de Buenos Aires y Santiago del Estero-. El trabajo fue realizado junto a un grupo de especialistas de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR y podría haberse titulado "Crónica de una resistencia anunciada".
Mientras el grupo de trabajo busca comprobar la resistencia de raigrás a graminicidas, un hecho bastante conocido en el Sur pero que todavía no ha llegado a su zona de trabajo, el investigador ya especula sobre cuál podría ser el siguiente gran golpe sino se modifican ciertas prácticas. "Si tuviera que predecir cuál será el próximo caso de resistencia, casi podría asegurar que va a ser Yuyo Colorado ante el grupo de herbicidas PPO. Esto se asocia con la forma de uso que estamos haciendo de este grupo de herbicidas ya que se están utilizando hasta tres veces PPO por año. Es una presión de selección muy alta y creo que en poco tiempo no nos va a funcionar más ese grupo de herbicidas", adelantó.
Para Tuesca, la problemática seguirá en aumento: "En vez de dos productos, las mezclas van a ser de tres o cuatro modos de acción, que servirán para ponerle un freno a la situación pero sin llegar a una solución integral". Para lograr la máxima eficiencia del control químico, los productores y técnicos deben apelar a un esquema productivo lo más diverso posible. "Las malezas se adaptan muy fácilmente a, por ejemplo, un monocultivo de soja con glifosato. Pero ante una rotación completa con maíz, soja y trigo, sumado a un cultivo de cobertura durante el invierno y combinado a su vez con pasturas para ganadería, a las malezas se les vuelve mucho más difícil", aseguró.
El malezólogo reconoció que este modelo es deseable para la mayoría de los productores, que están muy informados y conocen de sus virtudes y beneficios. Pero también admitió que en su cabeza existen otros factores, tanto económicos como agronómicos, que condicionan su margen de acción. "Creo que lo mejor es tratar de compatibilizar ese esquema ideal con lo que realmente se puede alcanzar", dijo, para recordar que la mezcla y combinación de modos de acción vuelve a ser un factor clave frente a la problemática de malezas.
En tanto, mientras los productores se debaten entre la siembra de soja o maíz, como respuesta a la incertidumbre, el herbicida Dinamic aparece como una solución inteligente para el control de malezas en ambos cultivos. "Este herbicida permite ir haciendo un buen control de malezas independientemente de cuál de los dos cultivos se vaya a sembrar. Ya empiezan a subir las temperaturas y con un poco de humedad se producirá el rebrote de malezas. Es importante no dejar para último momento el control", recomendó Diego Gandulfo, director de marketing de UPL Argentina.