Los precios del maíz cayeron ayer un 2,3% en la Bolsa de Chicago, donde la posición septiembre del cereal retrocedió de 140,94 a 137,69 dólares por tonelada, el nivel más bajo desde los 136,81 dólares vigentes el 13 de mayo último, cuando el grano grueso comenzaba a "construir" un " premio climático" que alcanzaría su techo el 17 de junio, con 179,03 dólares.
Así, los precios del maíz perdieron todo indicio del peor arranque histórico para la siembra en Estados Unidos, producto de lluvias excesivas que anegaron amplias superficies en el medio oeste y en la zona de las grandes planicies, que obligaron a los productores a implantar el grano fuera de término y bajo condiciones que no resultaron las ideales.
Semejante derrumbe de los precios respondió a múltiples factores, entre
ellos, la disputa entre el USDA, los productores y los operadores de Chicago en
torno del área sembrada -aún persiste, con una proyección del organismo mucho
mayor a la de los privados-; las cosechas récord en Brasil y en la Argentina,
que elevaron la disputa en el mercado de exportación, donde la firmeza del dólar
contra el real y el peso le restó competitividad al maíz estadounidense; la
continuidad de la guerra comercial con China, que diluyó la expectativa por
colocar allí grano, etanol y el forraje derivado de la industria del
biocombustible, y las recientes exenciones oficiales a más de 30 refinerías,
para eximirlas de mezclar combustible fósil con etanol o biodiésel.
En las últimas semanas se sumó también la mejora en el clima, que acompañó de buen modo la evolución de los cultivos. En ese sentido, ayer, tras el cierre de la rueda de Chicago, el USDA elevó del 57 al 58% la proporción de maíz en estado bueno/excelente, que aún sigue abajo del 67% vigente un año atrás. En cerca de 15 días comenzará la cosecha.
Para intentar hace resurgir los precios del maíz -y para aplacar el malestar de los productores-, en los últimos días el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que Japón haría una "gran compra" del grano y anunció que trabaja en un "paquete gigante" de medidas para fomentar la demanda de etanol. Pero hasta ahora, los textos presidenciales publicados en Twitter no lograron cambiar el rumbo bajista.
En Rosario la demanda ofreció ayer US$120 por maíz disponible, US$5 menos que el viernes. "El maíz tardío tuvo buenos rindes y los exportadores, que hoy no tienen urgencias de corto plazo, lo saben, por eso pasan precios bajos y compran, poco, pero barato", dijo a LA NACION una fuente del sector comercial.
Añadió que la fuerte caída externa golpeó el valor FOB en los puertos argentino, que en poco más de un mes pasó de 165 a 142 dólares. "Eso limita la capacidad de pago de la demanda", aseguró. En cuanto al maíz nuevo, su precio bajó de 135 a 130 dólares.