Las AgTech, empresas de base tecnológica que en los últimos años fortalecieron la agricultura de precisión mediante el uso de sensores, robótica e inteligencia artificial, entre otras herramientas, buscan pisar fuerte en la ganadería. Algunas aún en desarrollo y otras ya en fase comercial, prometen cambios disruptivos para el manejo a campo.
Un ejemplo es CControl.Ar, un sistema de monitoreo automático de la condición corporal de las vacas desarrollado por UniAgro, una sociedad anónima que funciona en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional del Centro de Buenos Aires (UNICEN).
La aplicación acaba de ganar el primer premio en el concurso “AgTech Ganadero” de la Sociedad Rural Argentina (SRA), en la categoría Prototipado validado.
“Somos un grupo interdisciplinario surgido en la universidad. Es un equipo que incluye ingenieros en sistemas, electrónicos, veterinarios y agrónomos”, contó a Valor Carne el M.V. Claudio Machado, socio fundador de UniAgro.
La empresa se formó con la idea de desarrollar soluciones para firmas
agropecuarias y a su vez generar regalías a la universidad. El primer paso fue
la creación de simuladores para la conformación de dietas y el manejo general de
establecimiento de cría. De ahí, surgió Baqueano, un software que en 2017 se
presentó entre las 18 innovaciones del Congreso CREA Tech.
El escalón siguiente fue vincular las soluciones soft con prestaciones hard. En la búsqueda de problemas no resueltos, recorrieron feedlots y tambos de punta en la provincia de Buenos Aires y Santa Fe, mantuvieron reuniones con empresas ganaderas y consultaron con los especialistas de I+D de CREA.
Así, la detección automática de la condición corporal de las vacas fue identificada como prioritaria. “No es complejo desde lo operativo, pero muchas veces los productores e incluso los técnicos no tienen tiempo o experiencia en esta cuestión”, explicó. Y agregó que esta percepción “fue confirmada por empresas que necesitaban conocer el porqué de las pérdidas de eficiencia en la inseminación a tiempo fijo”.
Con la meta definida, UniAgro basó su desarrollo en la tecnología de inteligencia artificial.
¿Cómo funciona CControl.Ar? El dispositivo, una caja que incluye sensores y una cámara, se coloca a 2,5 m de altura en un punto fijo por donde pasa la hacienda. La cámara filma constantemente y cuando distingue un animal recorta la parte del anca y confecciona una imagen 3D, sobre la cual calcula la condición corporal. Si la vaca tiene caravana electrónica, inmediatamente la vincula con el resultado. En el caso de que tengan caravanas tradicionales, los datos se almacenan según el orden de pasada de los animales y luego se juntan ambas informaciones. El sistema también arroja el promedio del lote y el porcentaje del rodeo que se encuentra por debajo de lo esperado.
“Trabaja con un algoritmo similar al que utiliza Facebook para etiquetar personas. Toma las imágenes y las compara con la base de datos que ya tiene incorporada, relacionando las similitudes y diferencias, y ahí establece el resultado”, detalló Machado.
La clave, está en el entrenamiento previo del sistema. Para esto, se le incorporaron más de 4.000 fotos de animales con sus respectivos datos de condición corporal, evaluados según un experto capacitador de veterinarios. “Esto le permitió al sistema generar un criterio de calificación que hoy tiene un acierto superior al 94%, en línea con el ojo de cualquier crack de la condición corporal”, subrayó.
Si bien CControl.Ar ya funciona en tambos, ahora se está adaptando para ser utilizado en campos de cría. “El principal desafío es dónde colocarlo. Estamos diseñando un pórtico de aluminio desplegable que se pueda ubicar a la salida de la manga”, adelantó.
Además, destacó que el sistema no tiene problemas con la medición de diferentes razas. “Si bien el entrenamiento se hizo con vacas lecheras, ya lo probamos en sistemas de carne y dio buenos resultados. De todos modos, estamos trabajando con un proyecto del INTA Cuenca del Salado que nos permitirá armar un banco de imágenes de vacas de cría”, reveló.
Hoy, Uniagro está iniciando una ronda con potenciales inversores para llegar al mercado con Ccontrol.AR y otros productos, como ArreAR, un sistema de alambrado virtual para vacunos.
Sanidad trazada
Otra de las iniciativas reconocidas por la SRA fue la aplicación Digirodeo, que obtuvo el primer premio en la categoría Emprendimiento en marcha. Es un sistema que permite llevar la trazabilidad sanitaria del establecimiento y generar una certificación.
En la aplicación se asientan los tratamientos efectuados con datos de fecha, hora, coordenadas de GPS del lugar, condiciones climáticas de ese momento, cantidad y categorías de animales, técnico responsable y registro de productos utilizados con fotografía, números de serie y vencimiento.
Además, se puede combinar con una jeringa-pistola inteligente. En este caso, la información de los animales es recopilada directamente por la pistola y enviada vía bluetooth al celular, evitando los errores de carga.
Un punto importante para el trabajo a campo es que en el momento de la tarea no es necesario contar con señal de celular o internet. Los datos quedan cargados y al lograr la conectividad se genera un acta de trabajo en formato PDF con un código de validación para compartir con quien necesite esos datos.
“Es una herramienta para la ganadería de precisión. No queremos que el productor pase horas descargando datos al llegar a su casa, sino que sea automático, evitando errores”, sostuvo Fernando Díaz Offeney, Lic. en Administración de Empresas y cocreador de Digirodeo.
En este caso, el primer paso fue el lanzamiento de la pistola, que en 2018 recibió los premios CiTA e INNOVAR. “Si bien el concepto atrás de todo el sistema es generar confianza a través de la trazabilidad, entendimos que para salir al mercado teníamos que darle al productor una herramienta palpable, moderna, que le genere eficiencia por sí misma”, afirmó.
En ese sentido, la aplicación presentada este año es la que permite crear certificados de vacunación digitales, brindando también la posibilidad de que el encargado de la hacienda firme directamente en la pantalla del teléfono.
“Reemplazamos las actas en papel que muchas veces tienen errores o no se entienden”, aseguró Díaz Offeney. Y agregó que, además de los ganaderos, entre los beneficiados figuran “los entes vacunadores, por el respaldo fidedigno para auditar el trabajo y los veterinarios, que pueden comprobar -por ejemplo- si se cumplió con la cadena de frío para las vacunas”.
Pero las ventajas no quedan ahí. “El feedlot también se favorece porque cuando recibe un lote ya sabe todo lo que se le dio y no necesita volver a vacunar; el frigorífico, que tiene la información sanitaria del animal y puede prevenir posibles residuos de medicamentos por no respetar tiempos de carencia; y, finalmente, la cadena comercial y los consumidores, que cada vez requieren más información sobre el bienestar animal y el tratamiento del ganado”, explicó.
En el caso de Digirodeo, la integración de distintas disciplinas también fue sustancial. “Si bien soy Licenciado en Administración, siempre me apasionó la tecnología e hice posgrados en electrónica e informática. Con mis socios, uno Ingeniero en Producción Agropecuaria y otro especializado en finanzas, conformamos un equipo que nos permite entender la demanda, darle una solución tecnológica y generar un plan de negocios viable, para nosotros y para el productor”, subrayó.
Hacia el salto productivo
Para Fernando Vilella, Director de la Maestría en Bioeconomía de la FAUBA y jurado de la competencia de la SRA, los emprendimientos AgTech vienen a refrescar un sector que “en algunos aspectos está anclado en el tiempo”.
Más allá de soluciones puntuales, considera que el salto se dará por la interacción de las tecnologías y la tracción de los productores de punta. “Su uso combinado ayudará a resolver esos problemas en indicadores básicos, como los reproductivos”, planteó. Y agregó que “hoy conviven productores con índices de mediados del siglo XX, con otros que están en el mejor nivel mundial. Como se dio en la agricultura, éstos últimos están llamados a ser los primeros en incorporar las nuevas tecnologías”.
Además, subrayó la necesidad de generar ambientes que impulsen esta revolución tecnológica. “Existen ecosistemas para el desarrollo de AgTechs motorizados por el Estado, el INTA, CREA o Aapresid, pero tienen poco espacio para la ganadería. Para que crezcan, es importante el compromiso de todos los actores del sector. Esto nos permitirá entrar a una verdadera ganadería de precisión, algo que hoy necesita la actividad, en la faz productiva, y exigen los consumidores, en materia de garantías”, finalizó.
Por Marcos Lopez Arriazu
Fuente: Valor Carne