El Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca, a través de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario, realizó inspecciones integrales a molinos harineros de Santiago del Estero, Entre Ríos y Buenos Aires que condujeron a inhabilitación de las plantas.
En un molino de la localidad santiagueña de Fernández el personal actuante detectó, al abrir la caja negra, que la balanza que registra el flujo de trigo poseía una apertura que le permitía fugar una cantidad de trigo equivalente a 50 kilos de harina por hora. Se tomó una filmación que evidencia la flagrancia de la falta y se procedió a la inhabilitación de la planta, a la interdicción del trigo preacondicionado para la molienda y al precintado de las poleas de abastecimiento de trigo a la planta.
En la localidad entrerriana de Urdinarrain se detectó en un molino harinero que se hallaba operando sin tener en funcionamiento el Controlador Electrónico de Molienda de Trigo (CEMT). El cereal pasaba directamente por la guillotina sin realizar ninguna pesada. A su vez registraba diferencias de más del 1.000% entre lo cubicado y lo declarado en el Registro Sistémico de movimientos de granos. Se procedió a la interdicción de la mercadería y al precintado de los motores que abastecen el diagrama.
Caso similar se verificó en la localidad bonaerense de Luján, CEMT sin balanza que determinó la inhabilitación de la planta.
Todas las empresas inspeccionadas tenían presentado ante la DNCCA certificación de estado de plena operatividad de los equipos. Será juzgada esta situación en cada caso.
Es pertinente recordar a todos los operadores que la adulteración del CEMT tiene pena de cancelación de matrícula del Registro Único de operadores de la Cadena Agroindustrial (RUCA), dependiendo de la gravedad del caso (5 años de inhabilitación) y de suspensión (máximo un mes sin operar) para eventos no denunciados que permitan potenciales eventos que atenten contra el normal funcionamiento del controlador.