En el marco Congreso Aapresid 30:10000; Conciencia Suelo, Fertilizar Asociación Civil, junto con la Unidad Integrada Balcarce, realizó la presentación del Mapa de Disponibilidad de Nutrientes en la Región Pampeana bajo el título “Cambios en la disponibilidad de nutrientes en la región pampeana”. La charla estuvo a cargo de Nicolás Wyngaard y Nahuel Reussi Calvo de la Unidad Integrada Balcarce, con la moderación de María Fernanda González Sanjuan, gerente ejecutiva de la asociación civil.
Para evaluar la calidad de los suelos, especialistas del INTA Balcarce (Buenos Aires), elaboraron un mapa de suelos de la región pampeana en el que analizan la evolución de los niveles de materia orgánica (MO), fósforo extractable (P-Bray), pH, bases intercambiables (calcio, magnesio, potasio) y micronutrientes desde 2011.
Según el Ing. Wyngaard, el relevamiento indicó que “el nivel de materia orgánica se mantuvo en el mismo nivel en el norte de la región, lo que sugiere un punto de equilibrio entre la entrada y salida de carbono de los suelos, en tanto el sudeste de la provincia de buenos aires continuó disminuyendo respecto a 2011, relacionado al agravamiento de la erosión hídrica”.
Respecto del pH, Wyngaard señaló que “hubo un cambio negativo, sobre todo al norte y este de la región pampeana, donde los niveles son preocupantes. Esto demuestra una tendencia a la acidificación de los suelos acelerada desde 2011”.
Por otro lado, los niveles de fósforo (P) entre 2011 y 2018 disminuyeron. El especialista dijo que los niveles actuales de P-Bray (metodología que toma de muestra de 0 a 20 cm del perfil) son menores a 15mg Kg-1 (0-20 cm de profundidad) en una amplia superficie de la región pampeana. Esto indica que los niveles actuales de reposición de fósforo (vía aplicación de fertilizantes) están por debajo de la extracción de los productos agrícolas.
En cuanto al balance de macronutrientes, durante el mismo período se determinaron reducciones de los niveles en el suelo de calcio (CA), magnesio (Mg) y potasio (K) intercambiables.
El magnesio (Mg) en 2018 cayó por debajo del umbral, y se estima que en 10 años las deficiencias van a ser muy importantes. Desde 2011 a 2018 disminuyó, también, el nivel de potasio (K) intercambiable. Por eso, los especialistas recomiendan comenzar a incluir estos nutrientes en el diagnóstico de fertilidad del suelo, para definir las estrategias de nutrición de cultivos.
En el grupo de los micronutrientes, el zinc (Zn) demuestra que tuvo las caídas más pronunciadas, en 2011 la superficie con bajos contenidos fue del 47 por ciento y en 2018 de un 67 %. “Ya hay un gran porcentaje de suelos, más de 50 por ciento del área estudiada, que presenta niveles bajos de Zn, menores a una parte por millón”, agregó Wyngaard. Este micronutriente forma parte de muchas enzimas de las plantas y participa en diversos procesos metabólicos, por ejemplo, en la síntesis de proteínas y hormonas.
Luego del zinc, el contenido de boro también está en retroceso y comenzaría a mostrar deficiencias en el mediano plazo.
Si bien los micronutrientes son requeridos en bajas cantidades por las plantas, su carencia interfiere y dificulta el ciclo normal de crecimiento y desarrollo de los cultivos.
Ambos especialistas Wyngaard y Reussi Calvo, junto a la gerente ejecutiva de Fertilizar, María Fernanda González Sanjuan como moderadora contestaron las preguntas del auditorio. A partir de allí, surgieron diferentes conclusiones:
1- El diagnóstico de suelo es clave para la recomendación de nutrición de
cultivos;
2- A partir del análisis de suelo se pueden realizar cambios en el manejo y la
rotación;
3- La necesidad de hacer mejores manejos basados en políticas sustentables;
4- La importancia de contar con una Ley de suelos.
“Es necesario que cada productor cuente con un análisis de suelo de calidad de cada uno de sus lotes para conocer el estado de fertilidad en particular y, así, poder llevar a cabo un manejo racional de la fertilización”, concluyó Nahuel Reussi Calvo.