El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, a través de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA), continúa la fiscalización de los controladores electrónicos de molienda de trigo (CEMT) en todo el país. En esta oportunidad, los controles se realizaron en las provincias de Córdoba y Santa Fe.
En este marco, un molino de la localidad cordobesa de Devoto, no pudo amparar a través de documentos el trigo hallado en depósito por el personal actuante y el CEMT no contaba con la balanza de pesada, dentro de la caja negra que controla el trigo que se procesa, por lo que falseó información a la DNCCA respecto del estado de operatividad del controlador. Fue inhabilitado para producir y comercializar harinas hasta que aclaren ambas situaciones ante la DNCCA. Se puso bajó interdicción la totalidad del trigo hallado en el lugar.
En la misma provincia, en Cavanagh, producto de un informe realizado por la central de monitoreo de CEMT, se detectó que en un importante molino harinero no pudo exhibir los números de molienda registrados por el CEMT. Se corroboró que no remitía datos desde hacía más de 25 días, por lo que fue apercibido y es pasible de la suspensión de la matrícula de RUCA, por no haber notificado oportunamente al Ministerio el desperfecto que presentaba el CEMT.
En Casilda, Santa Fe, un molino que opera en el parque industrial fue hallado por tercera vez aportando información apócrifa en los registros productivos oficiales. A su vez, brindó información falsa respecto del estado de operatividad del CEMT, ya que en el interior de la caja negra, no poseía la balanza indispensable para el control de molienda. Estos hechos motivaron la interdicción del trigo preacondicionado para la molienda y la inhabilitación para producir hasta tanto la firma adecúe su operatoria a la normativa vigente y aclare la situación respecto de la información inconsistente que aporta a través de las declaraciones juradas (DD.JJ).
A partir de la puesta en marcha de los CEMT, más de 30 molinos se han recategorizado en RUCA, producto de que el Estado ahora cuenta con un instrumento para medir la molienda de cada una de las empresas del sector. También es importante destacar que no habrá concesiones con quienes no velen por el perfecto estado de inviolabilidad y control de los equipos.