La fuerte devaluación del peso tras la derrota en las PASO del presidente Mauricio Macri tendrá un impacto negativo en las empresas del sector agropecuario, según un informe de la consultora AZ Group.
Según la firma, la devaluación mejora los precios en pesos de los granos disponibles, pero "llega en un momento en que gran parte de ellos ya fue comercializado".
Para Sebastián Salvaro, director, la devaluación licúa el efecto de las
retenciones de 4 pesos por dólar exportado vigentes desde septiembre de 2018.
"Del 9% que representaban hasta la semana pasada, caen a aproximadamente el 5,3% con el nuevo valor del dólar (5,3% para ventas futuras 2019/2020 y 7% para productos disponibles)", señaló.
"La devaluación del peso también licúa el costo de fletes, labores y otros servicios e insumos agrícolas, pero ese efecto será pasajero y rápidamente estos se ajustarán en función de la nueva paridad peso/dólar", agregó.
Según el experto, también jugará negativamente en la estructura de deuda de
las empresas, "que creció en dólares y se redujo en pesos por las altas tasas de
interés".
Por el mayor valor de los granos habrá un impacto también sobre las producciones lechera, aviar, porcina y vacuna.
Para Az Group, la suba de los precios de los granos "saca del mercado a los feedlots, que verán aumentado el maíz de 5600 a $8500/t (una suba de más de 2700 pesos por tonelada)".
"Algo similar ocurrirá con la producción lechera en un momento del año que aumenta la proporción de alimento balanceado en la dieta por la menor disponibilidad forrajera. La producción porcina y aviar sufrirá los mismos descalabros", indicó el reporte.
La producción lechera sufrirá el impacto de mayores costos La producción lechera sufrirá el impacto de mayores costos
De acuerdo al informe, es posible un efecto sobre la financiación comercial de los insumos. "Es probable que las compañías internacionales corten los flujos hacia la Argentina ante el riesgo de que se repita la prohibición de efectuar remesas hacia el exterior", indicó Salvaro.
En la firma creen que el nuevo contexto influirá más en la campaña 2020/2021 que en la actual. Los motivos: gran parte de los híbridos de maíz están comprados mientras que el trigo ya se implantó todo.
En este contexto, la consultora proyecta que las empresas apuntarán a estrategias defensivas. "Es posible que se instrumenten estrategias defensivas en las empresas con planteos que puedan seguir siendo viables si se aumentan los niveles de derechos de exportación. Así, no habría que descartar que se reduzca el área o el nivel tecnológico de los próximos cultivos, por ejemplo, disminuyendo la dosis de fertilizante y otros insumos en el maíz", evaluó.