En promedio, los analistas estiman una reducción en la producción de maíz de
Estados Unidos de 17 millones de toneladas respecto del último informe, a partir
de un recorte de 1,5 millones de hectáreas en el área sembrada, sumado a una
merma en los rindes. Esto permite proyectar una caída de 10 millones de
toneladas en los stocks finales estadounidenses para la campaña 2019/20. Sobre
los precios en Chicago, pesó en las últimas semanas los datos de exportaciones
norteamericanas, con magras ventas al exterior en comparación a las expectativas
del mercado, y mostrando un retraso versus campañas pasadas.
En soja, el recorte esperado por analistas es menor, de apenas 1,2 millones
de toneladas, dado que ya se ha revisado la producción en reportes anteriores, y
los problemas a la hora de sembrar la oleaginosa no han sido tan severos como en
el caso del maíz.
Por otra parte, debemos sumarle un nuevo capítulo en el conflicto comercial
entre Estados Unidos y China. En primer lugar, tras no lograr avances en las
negociaciones llevadas a cabo en Shangai, el presidente Trump anunció nuevas
tarifas de 10% a las importaciones de productos chinos por USD 300.000 millones,
que comenzarían a aplicarse a partir del 1 de septiembre. En respuesta a esto,
desde China devaluaron su moneda llevándola al límite psicológico de 7 yuanes
por dólar. La medida no solo tuvo impacto en la soja, sino en la generalidad de
los mercados.
Además, informaron que frenarían las compras de productos agrícolas
estadounidenses, y no descartan agregar nuevos aranceles a las importaciones.
Estos factores, sumados al brote de fiebre porcina en Asia generan gran
incertidumbre respecto a la demanda del principal importador mundial.
Ante este escenario, Brasil vuelve a ser protagonista en la oferta a China de
soja. Los precios FOB registraron una suba de casi 20 dólares por tonelada, en
una buena campaña brasilera, registrando una cosecha de 117 millones de
toneladas.
El mercado de trigo escapa a los inconvenientes climáticos en Estados Unidos
que afectan la cosecha gruesa de dicho país. En el cereal, vemos una importante
recuperación productiva a medida que avanza la cosecha en el hemisferio norte,
en comparación con la campaña pasada. Si bien se revisó a la baja la producción
mundial en los últimos datos recabados, todavía se mantiene una mejora
sustancial. En este contexto, le resulta pesado al cereal mostrar una
recuperación de precios, con la trilla avanzando a buen ritmo en todos los
países productores, a excepción de Estados Unidos, donde se registra un leve
retraso. El dato alcista desde Norteamérica viene dado por las exportaciones,
mostrando cierta firmeza en las últimas semanas, a pesar de la competencia de
países exportadores del Mar Negro.
Volcándonos al ámbito local, la cosecha de maíz ya cubre el 80% de la
superficie y se llevan recolectadas casi 40 millones de toneladas. Con el
ingreso de mercadería y un mayor arribo de camiones a puerto, se observó una
clara caída en el volumen de compromisos de embarque en las últimas semanas.
Esto llevó a que los precios perdieron el impulso tomado en fechas claves de
entrega de contratos. Dada la presión de cosecha y la caída de precios de la
mercadería disponible, vuelve a ser interesante el diferimiento de mercadería,
mejorando los pases a diciembre.
Por parte de la soja, en las últimas ruedas se reactivó la comercialización con mayor interés de la industria, llevando al disponible a negociarse por 11.000 $/tt, mientras que la noviembre alcanzó los 250 U$S/tt en el término. En estos valores vemos recomendable aprovechar para realizar ventas, ya que los fundamentos permanecen bajistas ante la gran cantidad de mercadería y las dudas en la demanda. Pensando en la campaña entrante, valores por debajo de los U$S 250 no resultan tentadores para los vendedores. Por las subas observadas en las últimas ruedas, dicho precio podría alcanzarse mediante un condicional, mejorando el precio mediante el lanzamiento de opciones.
Por Equipo de Análisis de Mercados de FyO
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria