La agricultura periurbana aporta hasta el 25 % del 80 % de los alimentos que produce la agricultura familiar a escala mundial. El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) es una de las regiones más numerosas y populosas de la Argentina en la que, según la temporada, producen hasta el 90 % de las verduras de hoja que se consumen en la ciudad de Buenos Aires y aportan hasta el 50 % para el interior del país.
En el periurbano bonaerense, el 45 % de los establecimientos agropecuarios son familiares y ocupan el 13 % de la superficie en producción. Con el objetivo de hacer más eficiente la aplicación de agroquímicos en la agricultura familiar y las producciones intensivas, técnicos del INTA desarrollaron la APP Criollo mochilas.
De acuerdo con Juan Pablo D´Amico –especialista del INTA Hilario Ascasubi, Buenos Aires, responsable del desarrollo–, “la relevancia de este desarrollo radica en que la población objetivo es mayormente de agricultura familiar y prácticamente en su totalidad dedicada a la producción de alimentos frescos o mínimamente procesados localizada en áreas periurbanas”.
Entre los alcances de Criollo mochilas, Santiago Crocioni –responsable de la programación– destacó que “la herramienta permite una correcta calibración de mochilas pulverizadoras, calcular el gasto del equipo para una condición de trabajo dada y el volumen pulverizado en litros por hectárea”.
Además, cuenta con un calculador de mezclas que permite determinar con exactitud la cantidad de producto necesario en cada carga para respetar la dosis prescripta. A su vez, como herramienta opcional, la app cuenta con un auxiliar sonoro que guía al operario para seguir un ritmo uniforme de avance.
“También realiza los cálculos de los insumos totales y la cantidad de cargas en función de la superficie del lote y el volumen pulverizado por hectárea”, indicó Crocioni quien subrayó que toda esta información obtenida se almacena en reportes que pueden ser compartidos por WhatsApp, mail o redes sociales.
Criollo mochilas está pensada para la horticultura y otras producciones intensivas que son mayormente periurbanas y de escala familiar. “Es una herramienta que aprovecha la gran capacidad de los teléfonos modernos para facilitar las buenas prácticas agrícolas, proteger a las personas y cuidar el ambiente”, aseguró el técnico del INTA.
Esta herramienta está disponible en Google Play y es de descarga gratuita. Es compatible con sistema operativo Android y se suma a las Apps Criollo y Criollo Atomizadores.
Tres app con las BPAs como objetivo
En 2016, técnicos del INTA Hilario Ascasubi desarrollaron una aplicación para calcular y gestionar información relacionada con la calibración de pulverizadoras de botalón, denominada Criollo.
De gran difusión, la aplicación tuvo una gran aceptación entre los usuarios: actualmente cuenta con más de 5 mil descargas y tiene una calificación de los usuarios de 4,7 en el playStore de Google.
En 2018, se presentó una app de similares prestaciones y utilidades destinada a los usuarios de pulverizadoras hidroneumáticas o atomizadores, denominada Criollo Atomizadores.
La nueva app Criollo mochilas busca completar la oferta de herramientas destinadas a pulverización con una herramienta específica para la calibración de pulverizadoras tipo mochilas.
Se completa así una serie de herramientas tecnológicas al alcance de todos los productores con el fin de promover las BPAs en la aplicación de agroquímicos en particular y en la producción de alimentos en general.
En el caso particular de los equipos tipo mochila de accionamiento manual carecen de elementos de medición de los parámetros de pulverización (presión de trabajo y velocidad de avance), motivo por el cual el procedimiento de calibración es empírico y consiste en una prueba de operación previa a la realización de la labor.
La calibración del equipo debe realizarse para identificar el punto de operación del volumen pulverizado asumiendo que los demás parámetros permanecen constantes durante la labor y no son cuantificados.
En el tanque de la maquina se debe incorporar el agua y los productos que van a componer el caldo de pulverización. Las cantidades de cada componente están en relación con la capacidad del tanque de la máquina, la superficie a tratar, el volumen pulverizado por hectárea y la dosis de cada producto.
“Es preciso incorporar las cantidades correctas para mantener la dosis prescripta y evitar los sobrantes de caldo que luego deben ser descartados”, subrayó el técnico del INTA quien reconoció que, en condiciones de campo, la ejecución de estos cálculos resulta compleja”.
De acuerdo con D´Amico, “la falta de herramientas informáticas que permitan realizarlos y gestionar la información correspondiente demanda una ardua tarea que atenta contra la precisión de los cálculos y la fidelidad de los registros”.