En la producción agrícola, el uso de bolsa blanca perjudica a la actividad y provoca complicaciones en el desarrollo del cultivo –distribución despareja de plantas y transmisión de enfermedades–. Además, afecta la investigación realizada por los obtentores, debido a que desconoce la propiedad intelectual de los creadores.
Para impulsar el mejoramiento genético del garbanzo, el Instituto Nacional de Semillas (Inase) emitió una resolución en la que establece que la semilla de esta legumbre debe comercializarse dentro de la categoría ‘Identificada’, con la posibilidad de nombrar al cultivar.
“A partir del 1 de enero del 2020, será obligatorio el uso del rótulo en la semilla de clase ‘Identificada’ de la especie garbanzo”, señaló Ana Fekete, investigadora del INTA Salta, quien analizó: “De esta manera se garantiza el derecho de propiedad sobre los obtentores de los cultivares de garbanzo y permite alentar la investigación para continuar con la mejora genética”.
La medida del Inase brindará al productor agropecuario garantías sobre el material genético y permitirá evitar pérdidas significativas en las cosechas por bajo rendimiento y mala calidad del producto. “Para cumplir con esta disposición, será requisito cumplir con un 98 % de pureza físico-botánica y 80 % de poder germinativo, como mínimo”, indicó Fekete.
En este sentido, investigadores del INTA Salta y de la Universidad Nacional de Córdoba trabajan en el desarrollo de variedades de garbanzos con mayores rendimientos, mejor calidad y tolerancia o resistencia a plagas y enfermedades. “Chañarito S-156, Norteño, Kiara UNC –INTA y Felipe UNC – INTA son variedades que fueron diseñados para dar una solución a una demanda específica del sector productivo”, expresó Fekete y agregó: “Se caracterizan por un rendimiento alto y estable y poseen tolerancia a factores adversos”.
De acuerdo con Fekete, es importante que el productor agropecuario tome conciencia sobre el uso de semilla de calidad. “Este es el punto de partida para lograr una buena producción. La bolsa blanca daña fuertemente la investigación realizada por los obtentores, desconociéndose la propiedad intelectual de los creadores”, manifestó.