Las ventas acumuladas de soja por parte de los productores, incluidas las fijaciones, llegan a un total de 15 millones de toneladas. Considerando un volumen de producción de 56 millones, los productores ya han vendido el 27% de la cosecha, habiéndose recolectado el 98%, de acuerdo con la información de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Durante el último mes, entre mayo y principios de junio, los productores de soja sumaron ventas por un total de seis millones de toneladas, esta cifra incluye la venta de soja disponible y las fijaciones correspondientes. En términos de divisas, equivalen a US$ 2071 millones. Ese volumen de granos y su equivalencia en dólares, podemos adelantar que será el mayor en términos de un periodo mensual.
Dicho de otra forma, a partir de ahora no veremos un mayor volumen de ventas
mensuales por parte de los productores y podremos entrar en una tendencia de
caída gradual en el ritmo de ventas, considerando la incertidumbre económica y
política que genera el resultado de las elecciones.
Si comparamos las ventas de los productores a fijar y a precio a igual fecha de
las últimas dos cosechas vemos que el volumen acumulado a la primera semana de
junio es muy similar.
Veamos, durante 2018, año de la peor sequía, las ventas acumuladas de productores llegaron a 21,568 millones de toneladas y durante 2017 el volumen de negocios acumulado fue de 23,525 millones de toneladas. Durante la actual campaña, las ventas acumuladas a fijar y a precio llegan a 24,560 millones de toneladas. La gran diferencia es que en este ciclo quedan todavía por fijar, de las compras declaradas, cerca de 9,5 millones de toneladas.
Y este es el principal cambio en la actitud y en la estrategia de los
productores durante esta campaña, ha reducido al mínimo y necesario las ventas
de soja disponible o a precio y ha vendido un mayor volumen a fijar, del cual
quedan todavía 9,5 millones de toneladas sin fijar.
La industria aceitera deberá enfrentar un escenario de cada vez menor volumen de ventas por parte del productor, a medida que avance el calendario hasta las elecciones de octubre. La primera consecuencia es que habrá menor liquidación de divisas por parte de la exportación, en consonancia con el menor ritmo de ventas de los productores.
Durante el periodo enero/mayo de 2017 se liquidaron divisas por un total de US$11.005 millones; en el periodo enero-mayo de 2018 (año de la sequía) la liquidación llegó a un total de US$7734 millones, y en igual segmento del presente año la liquidación acumulada de divisas habrá llegado a los US$9700 millones.
Analizando la liquidación de divisas en el mismo periodo de 2017 y de 2019, excluyendo 2018 por el efecto sequía, en esta campaña los exportadores liquidaron US$1355 millones menos. Viendo el vaso medio lleno, en comparación con las divisas liquidadas en el mismo periodo de 2018, los exportadores liquidaron casi US$2000 millones más que durante el año de la sequía. Las elecciones presidenciales tendrán un fuerte impacto en el patrón de ventas por parte de los productores, afectando el futuro ingreso de divisas durante los próximos cuatro meses.