En esta misma columna, el pasado 14 de marzo, analizamos la posibilidad de que la soja llegara a los US$200 por tonelada en plena cosecha. En ese momento el precio de la era de US$230 y la posición futura mayo en el Matba se cotizaba a US$232. Hoy la soja disponible está cerca de los $9000 o su equivalente de US$209, mientras la posición mayo en el mercado futuro se negocia a US$222. Podemos decir que la baja ya se produjo y a partir de aquí esperar una recuperación del mercado, ¿o seguirá la baja?
Muchos factores están jugando para que el mercado de soja muestre una debilidad para algunos inesperada, ¿esperanza versus realidad? Sin embargo vemos que los fundamentals del mercado han sido la causa principal de la actual tendencia de los precios. En primer lugar veamos cómo se proyectan las exportaciones de poroto de soja. Mucho antes del comienzo de la cosecha se hablaba de que la Argentina podría exportar 16 millones de toneladas de soja como grano, considerando la desventaja competitiva del sector procesador aceitero versus sus primos exportadores.
Hoy la realidad nos muestra que finamente China no comprará el volumen que se
estimaba de soja argentina y en el caso de las exportaciones de soja poroto de
nuestro país el USDA las está proyectando en 6,3 millones de toneladas. Para
graficar, veamos la menor demanda de importación por parte de China, que para
esta cosecha 2018/19 se proyecta en 88 mill./t versus los 94 millones del ciclo
2017/18, una merma de 6 mill./t, la mayor caída interanual en mucho tiempo. Este
solo factor, la caída de las exportaciones de soja argentina, actúa como el
primer catalizador bajista.
Mientras tanto, Brasil aumenta sus exportaciones de poroto de soja de 76 millones de toneladas (2017/18) a 79,5 millones (2018/19). Por si quedan dudas, Brasil es quien captura la mayor demanda de soja por parte de China ante las menores importaciones de soja de los EE.UU
Si analizamos las proyecciones de molienda de soja de la Argentina por parte del USDA vemos que la misma llega a casi 43 millones de toneladas, contra los 37 millones procesados en al cosecha anterior, cuando se perdieron 25 millones de toneladas de soja por la sequía y la industria aceitera importó soja de otros orígenes (Paraguay, EE.UU. y Brasil) por el record de 6,6 millones de toneladas.
En estos momentos la industria aceitera ha declarado compras de soja por un total acumulado de 10, 723 mill./t, de las cuales 2,1 millones se han comprado a precio y 8,6 millones a fijar. Mientras que los exportadores han declarado compras por un total acumulado de 2,1 millones, de los cuales 1,6 millones se realizaron a precio y solo 400.000 toneladas a fijar. La mayor posición de soja a fijar precio la tiene la industria aceitera y a las fijaciones durante los meses de cosecha y entrega se deberá adicionar la oferta de soja disponible de productores que necesitan vender para poder cumplir los compromisos a cosecha.
Decíamos también que para que el sector aceitero pueda ser competitivo, en base a la actual estructura de retenciones y a la pérdida del diferencial de aranceles que les permitía competir con el proteccionismo de las grandes potencias, el valor de la soja debería bajar entre US$15 y 20 por tonelada, hecho que finalmente está sucediendo. La pregunta del millón es si la baja se frenó o si seguirá hasta los 200 dólares.