Así lo informó hoy la compañía, que usará el 40% restante de los fondos, entre otros fines, para la sistematización y conducción de agua a nivel de parcela, la implantación de pasturas megatérmicas en más de 5000 hectáreas, como también para la ampliación y modernización de sus plantas de procesamiento de legumbres y maní y la ampliación del capital de trabajo de la compañía.
En diálogo con LA NACION, el CEO y fundador de la empresa, José Macera,
explicó que el financiamiento provino, en partes iguales, del BID Invest y el
Rabobank, banco que se caracteriza por mirar proyectos de agronegocios. El
crédito es "con una tasa LIBOR más el 5%, que hoy en la Argentina es una tasa
extraordinariamente barata, además de con dos años de gracia ", según precisó el
empresario.
Con ventas por más de US$70 millones anuales y 400 empleados en relación de dependencia, para Macera, la carta de presentación para la obtención del crédito fue que el proyecto de la compañía tenía "buena perspectiva y calificación", además de estar orientado 100% a la exportación.
"Además, este tipo de otorgamientos de créditos tienen en cuenta el impacto económico, ambiental y social que tienen los proyectos en la zona. En nuestro caso, el indicador del impacto de los bancos dijo que era muy importante y nos dio la máxima calificación", dijo.
Como se mencionó, la mayor parte del préstamo se destinará para el crecimiento de los animales de engorde a corral. La firma busca crecer de 50.000 a 80.000 novillos. Al respecto, en una superficie de 200 hectáreas, la construcción de un megafeedlot contará con 500 corrales para producir novillos pesados para la exportación, con destino principal la cuota 481 de la Unión Europea (por esta cuota se compran animales con encierres a corral). También generarán su alimento propio para los animales.
Lo novedoso del sistema de engorde que utilizan es cuando entran los terneros al corral para el engorde. En el feedlot en Tartagal, se empieza con terneros de destete precoz con no más de 100 kilos y se los lleva a novillos de exportación de 450 kilos.
"El animal está bajo un sistema de alimentación restringida que permite que esté 350 días encerrado, sin engrasamiento. Encontramos un modelo distinto de engorde, disruptivo en la forma de hacer kilos de carne", indicó.
"El negocio ganadero tiene un potencial enorme en el mundo y da una gran estabilidad a la compañía, mientras que las legumbres tienen gran volatilidad en el precio y en la parte climática son fichas de más riesgo", agregó.
Producción e impacto social
Desdelsur es una empresa que nació en 1990 con la producción de poroto alubia y luego sumó otras variedades. La demanda externa la obligó a diversificarse más y se amplió al garbanzo, las lentejas en la provincia de Buenos Aires. En tanto, hace 20 años que siembra maní en Salta. "El maní representa el 10% de nuestro negocio. Este año estamos sembrando tres mil hectáreas", señaló.
Según contó el CEO de la compañía, el 100% de su producción de legumbres se exporta, porque el consumo interno por habitante es bajo. Hoy sus principales clientes son países de la Unión Europea, de Medio Oriente, Chile, Argelia, Pakistán y Estados Unidos.
Una de las plantas procesadoras de legumbres Una de las plantas procesadoras
de legumbres
"Hace diez años del garbanzo solo se exportaban cinco mil toneladas y hoy se
exportan 160 mil, de las cuales un 20% de ese mercado corresponde a Desdelsur,
que ha llegado a sembrar en 10 provincias distintas", precisó.
Según señaló, parte del compromiso social de la firma lo lleva adelante a través de su fundación "El Fortín", donde canaliza diversas iniciativas de apoyo a la comunidad aborígen de la zona, los wichis. En 2015 inauguró en uno de sus establecimientos el primer centro Conin para ayudar a los pueblos originarios.
En 2012, Desdelsur ganó el premio de Oro LA NACION-Banco Galicia a la Excelencia Agropecuaria por su emprendimiento de agregado de valor. Hoy la firma ya tiene a la segunda generación en carrera en la empresa. Los hijos de José y su hermano Guillermo trabajan allí.