A esta altura de la cosecha local, y viendo que las cosas marchan normalmente, habría que preguntarse qué pasa en EE.UU.

En primer lugar, porque este país es definitorio a la hora de formar los precios internacionales.

Y, en segundo lugar, porque la incertidumbre sobre la producción futura sigue en aumento.

El clima allá es el gran problema del momento. En las regiones productoras continúan las inundaciones lo que abre serios interrogantes sobre las siembras de maíz.

La siembra empieza usualmente en el mes de abril. Y normalmente termina a fines de junio. Pero la realidad es que la fecha óptima de finalización –en la zona núcleo- es el 15 de mayo.

En tal cuadro, la realidad es que éstas están considerablemente demoradas por el clima.

No sólo se trata de las inundaciones. También es gravitante el serio problema de exceso de humedad por las lluvias que vienen dándose, desde hace casi un mes, y el deshielo, en muchos casos, precipitado.

Para colmo de males, muchos acopios han quedado inutilizados por las aguas.

La cosa no termina acá. La preocupación de los chacareros se ha acentuado. Es que los pronósticos llevan a ello.

Se espera para los próximos días una aguda tormenta que cruzará el país, acompañada de nevadas y fuertes vientos.

Algunos ríos al oeste del Missisippi, sobre los Estados del sur central, experimentarían problemas de desbordes con sus consecuentes inundaciones. En rigor, los pronósticos alertan sobre aguas que se saldrían de su cauce produciendo mayores inundaciones.

Las tormentas podrían agravar el cuadro especialmente sobre las Planicies Centrales y el Valle de Mississippi.

En cuanto a nuestro país, la cosecha avanza a ritmo acelerado merced al buen tiempo existente a lo largo de los últimos días de marzo y lo que va de abril.

El Observatorio de Datos de Bioeconomía del Ministerio de Agroindustria bonaerense, ha informado que en la provincia hay casi 9 millones de hectáreas sembradas. Es un 3,4% más que el ciclo anterior.

En la zona núcleo se registran rinden superiores a 100 QQ. por ha.

De acuerdo a cómo va la trilla, no parece imposible que el volumen final a nivel de nación llegue a 50 millones de toneladas. Habrá que ver si el tiempo sigue acompañando, para que la cosecha siga su camino sobre ruedas.

En fin, según sigan las noticias climáticas procedentes de EE.UU. los precios podrán afirmarse. Recordemos que este país tiene casi el 35% de la producción mundial.

Además sus exportaciones representan algo así como el 40% del comercio mundial.

Y los stocks en ese país siguen en baja. El cuadro que sigue es ilustrativo.