El mal trago que supimos pasar durante enero habría sido superado.
Febrero viene comportándose con parámetros pluviométricos más normales. Es más, ahora se necesitaría algunas lluvias en buena parte de la zona núcleo. Pero, en líneas generales, el panorama es mucho mejor que el presentado en enero.
El 65% de los lotes de soja de primera están en condiciones muy buenas a excelentes, pues en general se hallan con adecuadas reservas de agua en momentos de floración.
Más precisamente: las sojas en fase de inicio de formación de granos cubrirían cerca del 50% de la superficie. Alrededor del 60% está en plena fructificación.
Las sojas se muestran saludables. En su mayor parte están pasando por la fase reproductiva.
La mayor parte de la soja de segunda se encuentra recorriendo las etapas reproductivas.
Donde la situación totalmente inversa por las lluvias es en el SO bonaerense donde los cultivos están sufriendo la ausencia de aguas desde hace un mes.
Tanto las de primera como las de segunda tienen áreas con problemas a consecuencia de las excesivas lluvias. Pero, las pérdidas serán más que compensadas por las áreas más altas donde las sojas están en excelente estado.
La BCR de Rosario estima una producción nacional del orden de 52 millones de toneladas. Pero es posible que, si las condiciones climáticas son favorables, el país logre superar el nivel de 54 millones.
Nos acercamos a la cosecha. Y los precios no reaccionan, como nos gustaría que lo hagan.
La guerra comercial de China y EE.UU. logra bajar los precios internacionales.
Sin embargo, las bajas en las estimaciones de producción para Brasil hacen de trampolín. Es cierto que muy débil.
Pero en la medida que se avance en la cosecha del país vecino, y se comprueben las reducciones productivas, tal trampolín debería fortalecerse.
Por la sequía, las estimaciones siguen bajando. Además, Brasil viene con una sustancial reducción de stock por las compras chinas.
¿Es posible que mejoren los precios FOB Argentina? Seguramente…sí. Pero hay que recordar que una cosa es el precio interno sujeto al valor del dólar y otra es el precio internacional en puertos de nuestro país.