SANTA FE.- Las consecuencias económicas de la prolongada inundación que
generaron las intensas lluvias en el Noroeste de esta provincia, comienzan a
aparecer a la vista de los productores. En medio de la desesperación por no
perderlo todo, y la débil esperanza de volver a casa en invierno, una familia
dedicada toda su vida al tambo, decidió cerrarlo. El único propósito es "salvar
lo poco que nos queda", dijeron los Ciotti, una familia con explotación en la
zona de Pozo Borrado, departamento 9 de Julio, 404 kilómetros al norte de esta
capital, próxima al límite tripartito que comparten Santa Fe, Santiago del
Estero y Chaco. No será el único, aseguran los productores.
La historia es la de Hugo Ciotti, propietario del establecimiento San Pedro, ubicado en Colonia "El Pirincho", ubicado a unos 7 kilómetros al norte de Pozo Borrado, pegado a las vías del ferrocarril Belgrano, en línea paralela con el distrito Cuatro Bocas.
El avance de una impresionante masa liquida, proveniente del Sudoeste
santiagueño, sumado a los casi 800 milímetros que precipitaron en lo que va del
año en esa zona, fueron factores decisivos para resolver familiarmente qué hacer
con la explotación. Junto con los peones decidieron arriar la hacienda los 7
kilómetros hasta el cargadero. Todo se realizó con el agua hasta la panza de los
animales. Lamentablemente, muchas vacas murieron en el camino, víctimas del
estrés hídricos que las mantuvo en pie, sin descanso durante tres semanas, o
porque se hundieron en el barro y no pudieron continuar . "No cobraremos por el
precio que valen, pero al menos mantenemos lo que tenemos", se apuró en afirmar
Hugo.
La historia de los Ciotti es similar a los de tantos otros productores, antes
ganaderos, hoy muchos de ellos agricultores. Por generaciones, la familia Ciotti
se dedicó a la actividad tambera. Con esta, es la cuarta inundación que les toca
atravesar.
"Esto no se resuelve con que se vaya el agua, hay que esperar que se recupere el suelo, hacer pasturas porque se perdió todo el maíz y la alfalfa", explicó don Hugo, el tambero que no se rinde porque aún conserva la esperanza de volver para invierno y ordeñar sus vacas. Será un resurgir después de la demolición que generó en aquella región el paso del agua.
Pérdidas cuantificadas
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, los productores del
norte santafesino tendrían pérdidas en cultivos por US$237,7 millones.
El estudio, que tuvo en cuenta la soja, maíz, sorgo, girasol y algodón,
aclara que no se sumaron las pérdidas que se presentarán por una menor calidad
al momento de la comercialización y los costos adicionales para realizar la
resiembra de algunos cultivos. Pero tampoco puede prever cuánto se resentirá la
economía de cada una de las localidades afectadas.
El jueves pasado, el gobernador Miguel Lifschitz participó de la reunión con el presidente Mauricio Macri y otros mandatarios provinciales para acordar medidas frente a la emergencia hídrica.
El gobierno nacional declaró la emergencia hídrica y la emergencia
agropecuaria en cuatro provincias, Santa Fe, Chaco, Corrientes y parte de
Santiago del Estero.
La emergencia implica el diferimiento en el pago de impuestos, créditos con bancos oficiales y la AFIP. En el caso del organismo tributario, la refinanciación de las deudas es por 48 meses, se recordó.