Con más de un millón y medio de hectáreas afectadas por las últimas inundaciones, sobre 7 millones de hectáreas productivas que tiene la provincia de Corrientes, los productores agropecuarios buscan, con premura, que se declare la emergencia económica.

En diálogo con LA NACION el secretario de la Asociación de Sociedades Rurales (ASR), Orlando Benta, contó que, con lluvias de 800 milímetros en lo que va de enero, el problema por ahora no es económico, sino financiero.

"Pedimos que se declare la emergencia por un lapso de seis meses, porque hoy los productores no pueden hacer frente a los vencimientos. Incluso los que no están inundados no pueden sacar la hacienda de sus campos porque se han destrozado los caminos", remarcó.

Corrientes tiene un total de 8 millones de hectáreas, donde un 20% tiene agua de manera permanente, incluyendo el complejo de los esteros de la laguna del Iberá.

En este sentido, Jorge Vara, ministro de Producción de la provincia, señaló que la situación de a poco va mejorando. "El agua baja porque el río Paraná tiene un nivel decreciente y eso favorece el escurrimiento", dijo. Mañana el ministro presentará en Buenos Aires el decreto de emergencia agropecuaria en el Comité de Emergencia Nacional. Más allá de la superficie inundada, la resolución de la emergencia agropecuaria abarcará el total de la provincia. La condición es tener al menos el 50% de pérdidas en la productividad. "Una vez declarada la emergencia, el gobierno provincial tiene armado un plan de asistencia financiera con líneas de crédito a tasas subsidiadas a través del Banco Provincia de Corrientes", dijo Vara.

Benta señaló: "Estamos pidiendo refinanciación de deudas, diferimiento de la primera cuota del impuesto inmobiliario y un subsidio en las tasas del 20% (hoy está en un 48% y quedaría en el 28%), y que se unifique también esa tasa para el descuento de cheques y para la tarjeta Visa Agro".

Al respecto, el funcionario correntino sostuvo que cuando los productores involucrados se hagan de los certificados correspondientes a la emergencia, podrán tramitar los beneficios impositivos rurales.

Para Benta es importante también la ayuda para aquellos pequeños productores que quedan afuera del circuito financiero y no pueden ser beneficiados por las medidas. "Pedimos una asistencia directa del Gobierno para esos productores pequeños que no tienen acceso a los créditos", explicó.

Las mermas productivas afectan más al sector agrícola. "Si comparamos con las pérdidas de 2017 donde hubo una gran mortandad de animales, esta vuelta no es de importancia, serán 500 vacunos", explicó Vara.

La actividad más comprometida es el arroz, donde solo en la cuenca del río Corrientes 3500 hectáreas fueron afectadas, con pérdidas de más 4,5 millones de dólares.

Otro de los sectores comprometidos es la horticultura (mandioca, batata y zapallo). Son más de 800 pequeños y medianos chacareros que suman 900 hectáreas entre todos, con pérdidas de más del 50 por ciento.

Refinanciación

Por su parte, el Banco Nación resolvió medidas especiales para beneficiar a los clientes de la entidad damnificados por las inundaciones. Se les otorgará mayores flexibilidades de plazos para hacer frente a sus compromisos con la entidad bancaria. La medida abarca los préstamos personales y comerciales, además de los relacionados con tarjetas de crédito emitidas por la entidad que registren vencimientos futuros.

Ayer por la tarde, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, junto al gobernador Gustavo Valdés recorrieron en helicóptero los parajes de Paso Tala, en Perugorría, y San Isidro, en Goya, las zonas más afectadas de la provincia. El funcionario nacional también estuvo en Entre Ríos.