Con el objetivo de formar recursos humanos capaces de solucionar integralmente los problemas fitosanitarios en el marco de una agricultura sostenible, se lanzó la Maestría en Patología Vegetal. Coordinada por la Universidad Nacional de Córdoba y el INTA, la carrera está dirigida a profesionales de agronomía, biología, biotecnología y carreras relacionadas.
Alejandro Rago –director y docente de la maestría– destacó el logro de dictar por primera vez en el país una Maestría en Patología Vegetal y aseguró que “es importante contar con fitopatólogos capaces de afrontar los desafíos que se presentan en el campo en los diferentes sistemas productivos de nuestro país”.
Es que, de acuerdo con Rago, “el cambio climático, los cambios tecnológicos e insumos aplicados y la uniformidad de la base genética de algunos cultivos generan modificaciones tanto en los patógenos como en su comportamiento y en la manifestación de enfermedades que ocasionan”.
Por este motivo, remarcó la necesidad de “fortalecer y profundizar los conocimientos, consolidar los estudios e intensificar la formación en fitopatología, luego de la graduación”.
En este contexto, Rago subrayó el aporte que hace este ciclo de formación al “poner a disposición de la comunidad científica y productiva todo el conocimiento, las capacidades y la experiencia de los fitopatólogos del INTA en el ámbito académico y de formación”.
“En el país se dictan especialidades y maestrías en protección vegetal, pero no existe una carrera de posgrado que tenga como objetivo formar exclusivamente en patología vegetal”, explicó, al tiempo que recordó que “en 1964 se dictó una Maestría en esta disciplina donde se formaron muchos de los fitopatólogos que originaron los grupos más sólidos en el área”.