Las contingencias climáticas jugaron una mala pasada y, hoy, es difícil que el volumen de cosecha sea claramente superior a 18 millones de toneladas. Al menos eso creemos.
Las lluvias recientes y las que se están produciendo en este momento, traen nuevos fantasmas sobre la producción final.
Al momento de comenzar la trilla, las ventas entre la industria y la exportación llegaban, más o menos, a 8,5 millones de toneladas. Esto volumen significa el 47% de la producción que, como dijimos, estimamos en 18 millones de toneladas.
Hasta que comenzaron las lluvias más que cuantiosas de la semana pasada, se calcula que cerca del 60% de la superficie de trigo estaba cosechada.
De hecho, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el 13 de diciembre pasado, afirmó: “…la cosecha del cereal progresó con fluidez durante la última semana y logró alcanzar el 57,4 % del área apta con un volumen acumulado que superó las 9.500.000 de toneladas”.
El tema preocupante es que todavía queda el 40% y las precipitaciones no cesan. Los pronósticos no son alentadores para esta semana.
Vale remarcarlo: todavía queda por levantar la parte sur del área triguera.
Un tema que debe tomarse en cuenta es el del stock.
El stock en los acopios de la industria y para exportación, a octubre de 2018, era de 1,44 millones de toneladas. Se trata del volumen más reducido desde octubre de 2003.
Así, el mercado está bajo fuerte presión. El cuadro es así: bajo stock de arranque y volumen de cosecha por debajo de las expectativas.
La necesidad de mercadería para cumplir con los embarques actúa como trampolín de los valores.
Estos elementos explican por qué se ha dado, a lo largo de diciembre, la suba de precios, en plena cosecha.
Para que no queden dudas, recordemos. El precio CAC – Rosario en el primer día de este mes fue de $6360 y USD175. Hoy gira en torno a $7600 y USD 195.
En pesos, el aumento supera el 20%. Señores… ¡en cerca de 15 días!
Los valores FOB a nivel global también están en suba. Por ejemplo, el precio FOB Golfo ha mejorado casi USD 10 por tonelada.
El precio del trigo, así las cosas, debería seguir firme.