Profesionales del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), brindaron una jornada de capacitación sobre Buenas Prácticas Agrícolas y Ganaderas (BPG) ante más de 30 alumnos de los últimos años de cursada de la Escuela Agraria N° 1 Berazategui, también se hicieron presentes productores y trabajadores rurales del Parque Pereyra Iraola.
En la jornada, organizada por la Red de Buenas Prácticas Agropecuarias, Centro de Educación de Adultos N° 28, expusieron Daniel Tawil, consultor privado y Gustavo Mazzola de la Coordinación de Buenas Prácticas Agrícolas del Senasa.
Mazzola explicó que “las Buenas Prácticas Agrícolas son muy importantes y que tienen una relación directa con la seguridad e higiene en el trabajo rural. Los productores deben adoptar medidas que eviten accidentes de trabajo en sus quintas y que su implementación no necesariamente tiene costo para el productor, ni necesidad de mano de obra especializada”.
“En nuestro país la tasa de siniestralidad es de 80 accidentes cada mil trabajadores, siendo la maquinaria agrícola la causa del 70 % del total de accidentes de la actividad frutihorticola”, sostuvo el profesional del Senasa.
Por su parte, Tawil explicó las mermas metabólicas en la cadena hortícola, las variables que definen su vida poscosecha, la calidad inicial de cosecha, el ratio respiratorio, la traspiración y la temperatura promedio de cosecha a góndola. Además se brindaron varios ejemplos de distintos productos con mermas importantes. También se trató el tema del etileno y el comportamiento de los productos climatéricos y no climatéricos.
Otro punto destacado de la disertación sobre riesgos en el trabajo, fue el uso inapropiado de la telefonía celular durante estas actividades. Antes de finalizar la disertación se sortearon entre los presentes dos equipos descartables de protección para los trabajadores (integrales).
Este tipo de capacitaciones permite que los alumnos de distintos niveles puedan interiorizarse sobre los elementos y procesos que se realizan en las BPA y ganaderas, teniendo en cuenta que muchos de ellos se encuentran directamente o indirectamente involucrados en la actividad agropecuaria.
Además, la incorporación de nuevos conocimientos técnicos, les permite a los alumnos colaborar en la cultura productiva familiar y fomentar la identificación de actividades con posible inserción laboral.