Lógicamente Estados Unidos luego de su disruptiva forma de abastecerse con sus propios recursos energéticos, ha cambiado la dinámica del mundo y de los países dependientes de la producción y exportación de petróleo. El problema se resume en la palabra, sobreabasto, que, a pesar de los intentos de la OPEC en producir menos, la realidad es que los inventarios no disminuyen y en consecuencia el precio del crudo cae.
Sin embargo, los fundamentos por sí solos no impulsan el tipo de ruptura que estuvimos presenciando las últimas semanas. Y como el petróleo es el incuestionable “pez gordo” de la esfera de los commodities, la debilidad fue arrastrada al territorio de los agrícolas. El volumen diario operado en petróleo es tres veces más que el maíz Chicago y tiene un 20% más de interés abierto.
El tema con el petróleo arruinó la tendencia positiva que estaba teniendo la soja en los últimos días. El posible acuerdo que el mundo palpita suceda en el G20 había mejorado el perfil de la soja en Chicago, a pesar de los pésimos fundamentales que dejó el USDA el jueves pasado, dejando las existencias finales de USA en 26 millones de t. Por esta razón las bases de soja sobre el Golfo se afirmaron un poco y muchas industrias de molienda en el Midwest mejoraron las ofertas en 2 a 6 centavos más de lo que venían ofreciendo. Algunas plantas pagando 20-30 centavos, y otras aún que no se animan a tanto. Por otro lado, las bases de soja spot en Brasil y Argentina se debilitan.
El maíz no hace más que recorrer el rango delimitado por la compra del usuario final debajo de 365 centavos/bushel y la venta del farmer con cualquier rally de 10-15 centavos. Brasil y Argentina son mas competitivos a Japón que USA tanto del Golfo como del PNW.
Los fundamentales agrícolas de momento están secuestrados entre la gran
cosecha de USA, el clima en Sudamérica que aún no genera volatilidad y la gran
esperada reunión del G20, donde a todo o nada los algoritmos estarán preparados
para disparar en el mercado. Estate atento y no te dejes engañar por algo que
puede parecer prometedor pero probablemente te este distrayendo. Controla tu
margen.
Por Celina Mesquida – RJO’Brien - Docente de Agroeducación
Fuente: Agroeducación