La mayor oferta de terneros, el clima y los avatares de la economía argentina, provocaron importantes oscilaciones de las cotizaciones de la invernada a lo largo del año. Los picos se dieron en los remates del Rosgan de septiembre y octubre, con marcadas alzas y bajas, respectivamente. Valor Carne dialogó con Raúl Milano, Director Ejecutivo del mercado con sede en Rosario, quien hizo un balance de lo sucedido en lo que va de 2018 y contó sus expectativas para lo que viene.
“Los mercados de hacienda de la Argentina son casi perfectos desde el punto de vista de la competencia, con decenas de miles de oferentes y demandantes. Nadie tiene posición dominante y la dinámica entre todos los actores determina el precio”, dijo Milano. Y agregó que “a pesar de eso, este año quedó demostrado que la macroeconomía tiene un impacto muy fuerte, modificando las expectativas”.
El primer punto que influyó fue “la mayor oferta de terneros, producto de un incremento de las pariciones y la incorporación de más de 500 mil terneros al sistema”, relató.
A esto se sumó la sequía, que generó un impacto muy grande en el primer semestre, acelerando la salida de animales y la caída de los precios. En tanto, en el segundo semestre, “cuando todos esperábamos una recuperación -que se había comenzado a dar entre julio y agosto por el término de la zafra- el escenario económico metió la cola”, subrayó.
En ese sentido, explicó que “cuando entre julio y parte de septiembre la suba del dólar superó largamente el 65/70%, la definición del precio dejó de estar relacionada con la oferta y la demanda genuina, ya que entraron en juego otros componentes como la cobertura del valor”.
Ahí fue el momento, según Milano, en que la situación del país condicionó el mercado ganadero. “Con el pico del dólar, cuando llegó casi a 42 pesos, hubo una retracción muy grande de la oferta que se sumó a la incorporación de una mayor demanda; porque cuando nadie sabe dónde van a terminar las cosas, lo mejor es tener garantizado el capital hacienda”, sostuvo. Así las cosas, “si alguien había vendido gordo no importaba lo que había que pagar en septiembre para reponer, porque la cuestión era tener animales en el campo”, continuó.
Del mismo modo, en octubre, cuando el dólar empezó a ceder y las tasas de interés subieron, la oferta creció y la demanda se retrajo. “La disponibilidad de hacienda fue abundante porque cuando alguien necesitaba dinero ya no iba a buscar un crédito ni a manejarse con un descubierto, lo único que hacía era vender animales para poder cumplir con una deuda o con un determinado objetivo”, detalló.
El feedlot, también se manejó con la misma lógica, con importantes compras en septiembre y retirándose en octubre. “Pocas veces se dio una salida tan intempestiva del sector, lo que determinó precios en caída importante”, analizó. Producto de estos movimientos, en el remate del Rosgan de septiembre se registraron subas pronunciadas de hasta el 22% en caso de los terneros, que superaron los $57 por kg. Luego, en octubre, la categoría cayó hasta $54,50.
En síntesis, “el mercado buscó cobertura. Así como la mayoría de los argentinos tienen al dólar para cubrirse, el hombre de campo tiene los animales. Esto es lo que hicieron los invernadores tradicionales y los feedloteros, que pagaron precios que de ninguna manera se corroboraron en octubre”, reflexionó.
Hacia el cierre del año
Para Milano, “si efectivamente la economía empieza a tener mayor estabilidad, de acá hasta fin de año el mercado volverá a funcionar de acuerdo a la oferta y demanda”. ¿Cómo pueden reaccionar las cotizaciones?“Todos estos últimos meses han sido de una gran salida de gordos, así que a partir de fines de noviembre va a empezar a haber una menor oferta, lo que podrá mejorar los precios. Y si el gordo mejora, la invernada lo va a seguir”, pronosticó.
Pero para que eso suceda, otro factor a tener en cuenta serán las renegociaciones de paritarias, que “podrán recuperar un poco de la capacidad de compra de los consumidores y pasar de los bajos 53/54 kg per cápita anuales, a 57/kg”.
El otro factor para que se produzca la mejora es la demanda del sector exportador. “Es el único que viene en crecimiento. La corrección cambiaria le brindó rentabilidad durante el año y, si bien se le fue achicando en el último tiempo, sigue estando en una posición realmente favorable”, sostuvo.
Sin embargo, más allá de la expectativa positiva, el Director del Rosgan es prudente. “La recuperación no se va a dar en los términos de septiembre. Hay que ser consciente de que esos precios fueron una realidad producto de la corrida del dólar”, finalizó.
Por Marcos Lopez Arriazu, Jefe de Redacción de Valor Carne