Hoy en día en Argentina hay aproximadamente 40 millones de hectáreas afectadas y las pérdidas que produce la presencia de estas malezas pueden alcanzar cientos de dólares por hectárea, dependiendo de la zona y el tipo de resistencia. Las zonas de mayor incidencia se encuentran en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, seguidas por Tucumán, Salta y Entre Ríos.
Las malezas de hoja ancha y las gramíneas son un problema a la hora de lograr el crecimiento normal de los cultivos de soja y generan grandes pérdidas de rendimiento y calidad. El aumento de este tipo de malezas se debe a que se trasladan a través del viento por el polen para aumentar o asegurar la fecundación y se adaptan rápidamente al ambiente, y también a la gran producción de semillas que generan.
Por eso, durante el periodo de barbecho -que existe luego de la cosecha de un cultivo y la siembra del siguiente-, todas las decisiones que se tomen serán muy importantes para evitar que las malezas agoten los recursos de agua y los nutrientes del suelo.
Para una prevención correcta es necesario que el productor conozca la historia de sus lotes y los monitoree continuamente. Sumado a esto, es fundamental saber el manejo del flujo de la maleza por si se ve en la obligación de aplicar herbicidas de presiembra.
En este contexto de prevención, el herbicida para soja Interfield®, ha demostrado ser una solución concreta a esta problemática. "Interfield® brinda una solución integral para el control de problemas en aplicaciones de presiembra con una excelente ventana de aplicación", explica Juan Pablo Migasso, Gerente del Cultivo de soja de BASF y agrega: "se caracteriza por su amplio espectro de control pre y post emergente y, produce un efecto prolongado de alrededor de más 45 días sobre las malezas de hoja ancha y gramíneas".
Interfield® minimiza las pérdidas de rendimiento por competencia con malezas y tiempos de aplicación. Este herbicida es para aplicaciones en presiembra anticipada -3 a 15 días- en cualquier variedad de soja.
El monitoreo de los lotes y el control al momento de la aplicación del herbicida es de sustancial importancia. Por esto, BASF cuenta con un equipo de campo especializado compuesto por técnicos que asisten al productor y supervisan las aplicaciones.