Bajo el lema "Por el futuro de la #Lechería", los productores lácteos han decidido protestar la semana próxima y así canalizar la situación de agobio con la que conviven desde 2015, según afirman.

En un acto simbólico, los tamberos de la cuenca del oeste y del Abasto pondrán en escena su descontento, de manera simultánea, frente a las plantas de La Serenísima en Trenque Lauquen y General Rodríguez. Será el jueves 11 de este mes.

Tanto Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) como la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) se suman a la movilización de los productores.

En diálogo con LA NACION, Andrea Passerini, productora tambera y coordinadora de lechería de Carbap, indicó: "Sin tirar un solo litro de leche y sin cortar una ruta, queremos pedir que se cumplan con las reglas de juego de un mercado transparente".

Para la actividad lechera, luego de la fuerte devaluación del peso en agosto, cuando el dólar subió diez pesos en una semana, los costos se fueron a las nubes. "El 80% de los costos los tenemos en dólares", se quejaron los tamberos.

Pero el problema va más allá. Los productores afirman que están angustiados por "la falta de un mercado institucionalizado que dé precios de referencia", según afirman, y en el que los plazos de pago se extienden de 45 a 60 días de la fecha de entrega de la mercadería.

"La plata está en la cadena" es otro de los leitmotivs de la protesta. "El principal beneficiario de la plata que le falta al tambero es el Estado, que se lleva entre el 42% y el 45% en impuestos, y, por otro lado, la industria, que fija unilateralmente el precio y el plazo", explicó la dirigente de Carbap.

En este sentido, el presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), Miguel Paulón, coincidió en que se deberían acelerar los plazos de cobro. "Si se mejora el flujo de caja, la situación para los productores tamberos cambiaría completamente", explicó.

Dentro de las medidas que piden los productores está que el Estado intervenga de manera virtuosa para garantizar la equidad en las reglas de juego para que, según consideran, "la cancha inclinada" no sea tal, donde hoy el tambero se siente preso y entrega la leche "a ciegas".

Matías de Velazco, presidente de Carbap, quiere que, de una vez por todas, aparezcan las soluciones porque "la paciencia de los tamberos se agotó".

Según el dirigente, "el Gobierno sigue trabajando para el futuro, pero en el presente se caen tambos y se mandan rodeos enteros de leche a faena en forma permanente. En lo inmediato necesitamos medidas con respecto al precio y plazo y que se derrame algo de la rentabilidad de la cadena hacia los productores". Y agregó: "De lo contrario, la única forma en que mejorará el precio de la leche será por la disminución de oferta porque desaparecen los tamberos".

Según Passerini, el escenario de crisis se arrastra desde 2015: "Es la crisis más larga de la historia de la lechería argentina". Al factor internacional, que derrumbó el precio de la leche, se sumaron en años posteriores la caída de la cooperativa Sancor, las inundaciones, la baja de las retenciones al maíz y, en los últimos meses, la devaluación del peso.

Panorama lechero

42%

Es lo que se lleva el Estado, según los tamberos

80%

Es el porcentaje de dolarización de los costos

Por: Mariana Reinke